Mudarse de casa y sin mamá: un sueño y una pesadilla a la vez

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En el momento en que emprendes esta nueva aventura de ser independiente, todos los consejos de cocina y limpieza que aprendiste de pequeño, tendrás que llevarlo a la práctica. / ABC Color
En el momento en que emprendes esta nueva aventura de ser independiente, todos los consejos de cocina y limpieza que aprendiste de pequeño, tendrás que llevarlo a la práctica. / ABC Color

Muchas noches soñaste con el día en que dejarías el nido; en tu cabeza persistía la idea de que ibas a hacer todo lo que querías. Pero mudarse de casa y sin mamá puede ser difícil, pues lavar la ropa sucia y pagar las cuentas ya quedarán a tu cargo.

Salir temprano de casa, volver tarde y tener que soportar el largo viaje en colectivo todos los días fueron los factores que influyeron en vos para que tomes la decisión de mudarte de casa y alquilar una pieza que queda cerca del trabajo o la facu. La idea de ser independiente emociona a cualquiera, pero cuando te encontrás con todas las responsabilidades que conlleva tener un hogar propio, tus sueños chocan con el enorme muro de la realidad y te das cuenta de que no es tan maravilloso como lo soñabas.

Si vivís solo, seguro tenés la libertad que tanto anhelabas, ya que se terminaron los plagueos y recados de tus padres. Pero, como todas las cosas, ser autosuficiente tiene sus pros y contras, pues cuando llegás de la universidad no encontrás tu comida preferida hecha por mamá en la mesa y, además, debés lavar tu ropa sucia.

Cuando vivías con tus padres, seguramente tu mayor trabajo era limpiar tu habitación o lavar los platos sucios de castigo. Sin embargo, en el momento en que emprendés esta nueva aventura de ser independiente, todos los consejos de cocina y limpieza que aprendiste de pequeño tenés que llevarlos a la práctica. Asimismo, debés ser responsable para manejar efectivamente tu dinero, pues vas a pagar todas las cuentas de la casa, como el agua, luz, comida, alquiler, pasaje, etc.

Antes de tener el cuidado de un hogar a tu cargo, podías rechazar la invitación de tu mamá para acompañarle a hacer las compras y te quedabas a ver una película o serie favorita en el cómodo sofá. Después de mudarte, te guste o no, tenés que ir al súper y no solo por papas fritas o gomitas, sino que debés llevar a casa los alimentos necesarios para la semana y elementos de limpieza.

Varias son las razones que impulsan a muchos jóvenes a abandonar el nido y emprender el vuelo hacia nuevos horizontes; unos desean ser independientes y otros dejan su pueblo para buscar un mejor futuro en la gran ciudad. Seguramente, antes de que decidieras mudarte de casa, imaginaste que iba a ser sencillo; sin embargo, a veces, estar solo en un hogar puede ser una tarea difícil, pues, además de bancarte con el laburo y los trabajos de la facultad, tenés que añadir otra responsabilidad más: el cuidado de la casa.

Así que, antes de dar el gran salto, respirá hondo, tomá fuerzas y llená tus baterías que se viene un gran esfuerzo.

Por Dahiana Galeano (20 años)

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