¿Quién es Chimenes Pavão?

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Jarvis Chimenes Pavão
Jarvis Chimenes Pavão

Por Juan Carlos Lezcano F.

Señalado como uno de los narcotraficantes más importantes de esta región de América del Sur, Jarvis Chimenes Pavão supo construir su “imperio” desde la clandestinidad en las últimas dos décadas y contando hasta con apoyo político.

La primera noticia que se tuvo de Jarvis Chimenes Pavão y sus vínculos con el narcotráfico se dio en 1994. La Policía Federal brasileña lo detuvo en la localidad de Itajaí, estado de Santa Catarina, con un cargamento de 25 kilogramos de cocaína.

En mayo de 2014, dos décadas después de que su nombre comenzara a ser vinculado con el tráfico de estupefacientes, Pavão era condenado por el juez Odilon Reis a 17 años y 8 meses de prisión precisamente por cargos de narcotráfico.

Según el juez Reis, el narcotraficante brasiguayo diversificó su operación tras mudarse a Paraguay, precisamente donde fue detenido en diciembre de 2009 durante un procedimiento conjunto entre agencias antidrogas de Estados Unidos, Brasil y nuestro país.

Jarvis Chimenes Pavão, conocido como “El barón de la droga” en Brasil, nació en la ciudad de Ponta Porá, localidad del estado brasileño de Mato Grosso del Sur y fronteriza con Pedro Juan Caballero, capital del departamento de Amambay. Fue precisamente desde la frontera seca entre ambos países que este hombre de casi 50 años construyó su imperio de tráfico.

De acuerdo a la justicia brasileña, Jarvis comanda el tráfico de marihuana, cocaína y pasta base desde la década de los ’90 y tuvo como centro de operaciones a Pedro Juan Caballero y otros distritos del departamento de Amambay.

Pavão compra la marihuana de intermediarios distribuidos por Amambay y la cocaína de distribuidores bolivianos en Santa Cruz de la Sierra. Su organización es tan poderosa que cuenta con aviones propios y hace entregas para sus compradores en la región Sur del Brasil, en el interior de Sao Paulo, donde se encuentra uno de sus aliados más poderosos: el temible grupo criminal Primer Comando Capital (PCC) y a pequeñas organizaciones en el interior del estado de Minas Gerais.

Como todo aquel que decidiera incurrir en el submundo del hampa fronterizo en la zona de Amambay, Pavão obtuvo en su momento la bendición del “padrino” que hacía y deshacía en esa zona del país: Fahd Jamil Georges.

Durante sus primeros años, tuvo que lidiar con la presencia de otro hombre fuerte en nuestro país como era Fernandinho Beira Mar, líder del Comando Vermelho, otro peligroso grupo criminal que durante años fue enemigo mortal del PCC. La caída de Beira Mar y las disputas internas por hacerse con el poder que había dejado el mismo permitió el crecimiento de Jarvis y el PCC dentro del territorio paraguayo.

DETENIDO TRAS VARIOS INTENTOS

Jarvis fue detenido en la madrugada del 27 de diciembre de 2009, en el marco del operativo “Capricornio” de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad). Una fuerte tormenta azotaba a la zona norte del país y el narcotraficante se encontraba descansando en el interior de la estancia “Cuatro filhos” ubicada en el distrito de Yby Yaú, departamento de Concepción. En el mismo lugar había sido capturado dos años antes su hijo José Martínez Mendi Pavão.

Con Pavão cayeron también el jefe en Paraguay del PCC, Carlos Antonio Caballero (43), alias “Capilo”; y sus dos guardias o “capangas” brasileños Alexander Carvalho (30) y Daniel Ferreira Dos Santos (26), además del paraguayo Hugo Orlando Escobar (26).

La detención de quien era en aquellos días el narcotraficante más buscado por la justicia paraguaya se dio en el marco de una colaboración internacional con autoridades Brasil y Estados Unidos.

Su captura debía haberse dado incluso meses antes; sin embargo, una serie de “errores”, falta de coordinación y filtraciones entre los involucrados en el procedimiento había facilitado su huída. El entonces jefe de Antinarcóticos de la Policía, José Dolores Amarilla, acusó al fiscal antidrogas Francisco De Vargas (quien sería luego ministro de la Senad y actualmente es ministro del Interior) de haber demorado el inicio de los trabajos, lo que permitió el escape del capo mafioso.

Pavão vivía rodeado de lujos en su estancia de 265 hectáreas en Yby Yaú, contaba con piscina climatizada, salas de juego, gimnasio, cocina con muebles de mármol, equipos de karaoke y hasta una pista de bolos en el interior de su residencia. En el lugar hallaron varias dependencias y hasta una capilla lujosa.

Luego de ser trasladado a Asunción, aseguró que llevaba apenas dos semanas en la estancia y que durante todo el tiempo que permaneció prófugo de la justicia se ocultó en los montes de Brasil, situación de la que ya estaba cansado. “Pensaba irme lejos, incluso desaparecer de mi familia, pero después pensé mejor y dije que no”, dijo el hombre que ya en aquella época se declaraba evangélico y aseguraba estar alejado del mundo criminal y que había optado por el camino de la religión.

PROTECCIÓN POLÍTICA

El nombre de Pavão fue vinculado en diferentes oportunidades con el poder político. Era un secreto a voces, pero que comenzó a salir a la luz de forma definitiva tras su captura en 2009. En el interior de su estancia se encontró una fotografía donde se veía a Jarvis departiendo en lo que parecía ser un asado con políticos influyentes del departamento del Amambay.

Bebiendo y fumando estaban con el narcotraficante el actual gobernador de Amambay, Pedro González (PLRA), el exintendente Luis Gonzaga Mieres (ANR) y el asesor jurídico de la Gobernación, abogado Silvio Santacruz.

Pavão fue vinculado en varias oportunidades también con políticos colorados como el fallecido exdiputado concepcionero Magdaleno Silva, quien supuestamente operaba para brindar protección a los narcotraficantes a cambio de aportes para sus campañas proselitistas.

Silva llegó a denunciar que Pavão también fue auspiciante de la campaña proselitista de la hoy senadora Lilian Samaniego para las internas coloradas de 2006.

Otros que estuvieron a punto de beneficiar a Pavão desde sus curules fueron los diputados Bernardo Villalba (ANR) y José López Chávez (Unace), que impulsaron un proyecto de ley que evitaría la extradición de ciudadanos paraguayos. El encargado de seguir las negociaciones fue Capilo Caballero, mano derecha de Jarvis y quien mantenía comunicación constante con Villalba, quien fue grabado mientras le pedía dinero para la campaña proselitista.

PROCESOS ABIERTOS

Actualmente Jarvis cuenta con un proceso abierto ante la justicia paraguaya por un caso de supuesto desfalco, una causa mayor cuya expectativa de pena sería como máximo de unos cinco años. Esto no sería sino una jugada para evitar que al cumplir la condena por la que se encuentra recluido y que se compurga en poco más de un año sea extraditado al Brasil.

Pavão cuenta actualmente con una condena de casi 18 años en el vecino país. Sus abogados aseguran que regresaría en poco tiempo si es que su extradición se diera, pues ya fue eximido de culpa en otras dos causas que habían sido abiertas en su contra: una por lavado de dinero y otra por homicidio.

Sin embargo, de acuerdo a la página web del Supremo Tribunal Federal de Brasil existen al menos otras tres causas judiciales abiertas contra Pavão en el vecino país, donde es considerado uno de los narcotraficantes más grandes.

Pavão fue condenado en mayo de 2014 en nuestro país a una pena de 8 años de pena privativa de libertad por lavado de dinero, asociación criminal y violación de la ley de armas. Su condena se cumpliría a finales de 2017.

AMO Y SEÑOR DEL HAMPA

Pavão es señalado como el supuesto responsable de haber ordenado la muerte de Jorge Rafaat Toumani, narcotraficante asesinado el pasado 15 de junio durante un atentado digno de una película de acción. Para perpetrar el golpe, según investigadores, habría establecido una alianza entre el PCC y el Comando Vermleho, a la que se le sumó un hermano del poderoso narco Luis Henrique Georges, alias “Tulú”, sobrino de Fahd Jamil y asesinado en octubre de 2012 por orden de Rafaat.

Con su alianza con las facciones unidas del Primer Comando da Capital (PCC) y el Comando Vermelho (CV), Jarvis posee ahora en estas dos organizaciones criminales un brazo armado para sustentar los negocios de armas, cocaína y marihuana en el Amambay. Rafaat Toumani en los últimos años monopolizaba todo este negocio y mantenía una lucha frontal contra el PCC y el CV por el control de este negocio que rendía una ganancia de US$ 3 millones de dólares mensuales.

LUJOS, “AMENAZA” A CARTES Y POLÉMICA

Ya en 2014 medios brasileños denunciaban la vida a todo lujo que llevaba Pavão en el interior de la penitenciaría de Tacumbú y aseguraban que pagaba unos US$ 300 diarios a las autoridades para la vida de rey que llevaba en la prisión.

A pesar de ello, las autoridades negaron el hecho en reiteradas oportunidades hasta que hace un par de meses de pronto decidieron mostrar la ostentación del narcotraficante en el interior de su celda vip, por lo que decidieron trasladarlo a la Agrupación Especializada, donde recibió a un equipo periodístico de ABC Color al que concedió una entrevista exclusiva.

Poco después y en medio de fuertes críticas a las políticas de seguridad del gobierno, las autoridades confirmaron versiones publicadas por medios de comunicación de la familia de Horacio Cartes de un supuesto plan para asesinar al mandatario, algo que la misma ciudadanía vio más como una “cortina de humo” y denuncia sobre la cual la Fiscalía aún no encontrado datos concretos.

En medio de esa polémica, Jarvis recibió a un equipo de ABC Color y advirtió al gobierno que en caso de ser extraditado dejaría documentos y grabaciones que demuestran cómo ayudó para adquirir hasta equipos de inteligencia que se utilizan en la lucha contra el grupo criminal EPP.

[email protected] – @juankilezcano

 

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