Ante la multiplicación de casos de cuadros respiratorios, los especialistas insisten en evitar el contacto con terceros en caso de presentar síntomas. Piden además usar tapabocas y lavarse constantemente las manos.
Los cuadros de influenza aumentaron por los cambios climáticos constantes, según los especialistas del Ministerio de Salud y Bienestar Social, con un promedio de 11.000 pacientes por semana en este mes.
Se trata de una enfermedad respiratoria infectocontagiosa provocada por un virus se transmite a través de las vías respiratorias. Si se agrava, puede afectar el músculo cardíaco y las consecuencias pueden derivar en la muerte del enfermo.
En la sociedad paraguaya es frecuente que algunas personas no quieran aplicarse vacunas debido a tabúes, miedo o simple pereza para acudir al médico. Pero es de suma importancia dejar de lado los prejuicios y acercarse a un centro de asistencia para vacunarse y así prevenir el contagio del virus de la influenza, ya que existe un alto riesgo de que la misma se complique.
Los síntomas característicos son fiebre, dolores musculares, cansancio extremo y tos seca. En caso de contraer esta enfermedad, el Ministerio de Salud y Bienestar Social recomienda quedarse en casa y evitar el contacto con otras personas, protegerse con tapabocas, lavarse las manos, cubrirse con el codo al estornudar y, fundamentalmente, no automedicarse.
SEÑALES DE ALERTA EN LOS GRUPOS DE RIESGO
Las personas que se encuentran dentro de un grupo de riesgo son los niños menores de 3 años, los mayores de 60, embarazadas y enfermos crónicos. En estos casos, por ser justamente personas más vulnerables, es imprescindible acudir con urgencia a un centro de salud para evitar las temidas complicaciones.
Por ejemplo, en los menores, las señales de alarma son: problemas en la respiración, piel azulada, dificultad para despertarse o para ingerir alimentos, irritación, fiebre con sarpullido y llanto sin lágrimas.
Por otra parte, en los adultos, lo más común también son los inconvenientes para respirar, dolor o presión en el pecho o abdomen, mareos repentinos, confusión y vómitos persistentes.
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