MUNDO | Los cinco procesos judiciales que jaquean a Lula en Brasil

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Luiz Inácio Lula da Silva, uno de los políticos latinoamericanos más carismáticos de los últimos 20 años, quiere volver a presidir Brasil en 2018. Antes tendrá que sortear cinco juicios que podrían llevarlo a la cárcel.

Lula, cofundador del Partido de los Trabajadores (PT, izquierda), fue interrogado el miércoles en Curitiba (sur) por el juez Sergio Moro, emblema de la lucha contra la corrupción, como presunto propietario de un tríplex que le habría ofrecido la constructora OAS, involucrada en el fraude a Petrobras, en retribución de favores ilegales. El ex mandatario (2003-2010), que enfrenta otras investigaciones, niega todos los cargos, pero si es hallado culpable y el fallo es ratificado en segunda instancia no podrá postularse.

Estas son las acciones penales ya abiertas en su contra: Apartamento tríplex : La fiscalía señala que Lula recibió un soborno de 3,7 millones de reales (1,16 millones de dólares al cambio actual) de OAS, que pagó un total de 87,6 millones por debajo de la mesa a políticos y funcionarios.

 

Según la denuncia, a la que accedió AFP, la empresa le habría ofrendado un tríplex en Guarujá, un balneario de Sao Paulo, cuando aún era presidente, y financió el almacenamiento de sus bienes personales entre 2011 y 2016, incluyendo el acervo de sus años como jefe de Estado.Leo Pinheiro, ex presidente de OAS, confesó a la Justicia que el apartamento fue reservado –y luego lujosamente reformado– para Lula y su esposa Marisa Leticia (fallecida en agosto), tras el fin del mandato. Pero el ex presidente sostiene que la Fiscalía miente y que la confesión fue obtenida mediante apremios.

Los millones para Instituto
Otro caso en manos de Moro. Investiga si Odebrecht ofreció 12 millones de reales para comprar un terreno en Sao Paulo donde sería erigido el Instituto Lula –que divulga su legado político–, como parte de un acuerdo para distribuir sobornos recibidos por el PT.

La transferencia finalmente se frustró, pero según la Fiscalía prueba que el PT tenía «una cuenta corriente informal de la corrupción» con Odebrecht y que el delito consumado está configurado por simple la propuesta y la aceptación del soborno.

El instituto niega cualquier irregularidad. La denuncia sostiene que Odebrecht también habría pagado un apartamento contiguo al que habita Lula en Sao Paulo y que una tercera persona se lo alquiló como maquillaje a su ex esposa: «Hay indicios de que, de hecho, es del ex presidente Lula, que lo recibió, como un soborno del Grupo Odebrecht», afirma la denuncia.

 

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