Gobernación de Guairá, una auténtica caja de pandora

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Cuando todo parecía calmarse, la tensión volvió a apoderarse del departamento del Guairá, cuya gobernación se convirtió en una auténtica «caja de pandora». Luego de dos reveses -uno en la Fiscalía y otro en el TSJE-, Rodolfo Friedmann Alfaro se resiste a dejar el cargo.

Como una tragicomedia que se repite, este martes el sol cae en un departamento con dos gobernadores. Por un lado, el mediático Friedmann Alfaro -quien luego de aquel primer escándalo pasó a engrosar las filas de la disidencia colorada- se aferra al cargo, a pesar de que según el perito del Ministerio Público la firma de renuncia de la polémica es efectivamente suya.

Además, días atrás, el Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE) anunciaba que anulaba la medida cautelar que permitía a Friedmann continuar ocupando el cargo.

Por el otro lado, el oficialismo colorado volvió a mover sus fichas y en una sesión de la Junta Departamental nombraron a Rodolfo Pereira como el gobernador, mientras Friedmann trancaba el portón principal de la Gobernación con cadenas y candados, según informe del corresponsal de Última Hora, Juan Gayoso.

Este martes, otro nombre apareció en escena: el de Óscar Chávez, quien como una solución salomónica debería ocupar el sillón de gobernador según una resolución emanada del Juzgado Electoral de Caazapá, a cuyo frente se encuentra el abogado César Alfonso, tío del senador cartista, Gustavo Alfonso.

Finalmente, Chávez desistió de asumir el cargo de gobernador del departamento del Guairá señalando que hasta no asegurar su designación oficial no entrará en el juego.

«Esta resolución es apelable y vamos a seguir esperando una sentencia firme. Por ahora Rodolfo Pereira seguirá siendo encargado de Despacho», significó al respecto.

A estas horas, una tensa calma reina en uno de los departamentos más pujantes del país, pero cuya crisis política está lejos de resolverse (por ahora).

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