El IPS insiste en su recomendación sobre el uso racional de antibióticos para no generar resistencia. Además, conseja no automedicarse, ya que el médico tratante, una vez que consulte el paciente indicará el mejor tratamiento para su patología.
La entidad previsional realiza jornadas con el propósito de concienciar sobre el impacto y la magnitud del «uso irracional» de los antibióticos, y definir las estrategias para la futura política de uso racional de estos fármacos en el IPS.
Especialistas del Departamento de Epidemiología del Instituto recomiendan no automedicarse «bajo ningún punto de vista», porque podría agravar el cuadro de la enfermedad que se padece. Insisten en que siempre se consulte con un médico y que éste determine cuál es la droga más conveniente para cada caso.
Señala que a veces la gente quiere utilizar medicamentos que le fueron recetados con anterioridad y resultaron efectivos, pero advierte que puede ser que esta vez no se trate de la enfermedad anterior o venga acompañada de otras enfermedades.
Recomienda asimismo no hacer caso a las recomendaciones de los amigos que suelen asegurar que tal medicamento es efectivo para todos, porque no es así.
Alerta que cada organismo es diferente y reacciona distinto; además si no se ingiere la dosis adecuada, podría ocasionar reacciones alérgicas o una intoxicación.
Destaca que esto es muy importante de tener en cuenta, sobre todo los padres que quizás por pensar que se trata, por ejemplo, de una simple gripe dan a sus hijos medicamentos que les resultaron efectivos en otras ocasiones y a veces sin mirar siquiera la fecha de vencimiento de los medicamentos, lo que resulta altamente peligroso, costumbre que debe ser desechada.
Aconseja que los medicamentos que no se llegaron a utilizar sean desechados, porque a veces el paciente guarda en su botiquín hogareño por años. Alerta igualmente que un antibiótico mal utilizado deja secuelas, y puede no resultar efectivo para cuando se presente una enfermedad que amerite su uso.
El IPS señala que cada medicamento y cada principio activo que lo compone trae consigo una reacción adversa. Estas van desde un simple enrojecimiento cutáneo hasta problemas mayores, como un paro respiratorio.
Dice que también es importante al momento de la consulta con el médico contarle todos los medicamentos que uno ingiere, si uno es alérgico a la penicilina y derivados, para que este no recete algo inadecuado.
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