Similar a lo que ha ocurrido en la producción ganadera y agrícola, las continuas lluvias registradas en los últimos meses también han producido grandes pérdidas en el sector de la construcción, señaló en entrevista con nuestro diario el ingeniero Jorge Moreno, dirigente empresarial y expresidente de la Cámara Paraguaya de la Construcción (Capaco).
“La producción de ladrillos comunes casi se ha paralizado en las últimas semanas, lo cual eleva los precios porque muchas olerías están bajo agua y otras no pueden trabajar por falta de sol. Más allá de eso, el mayor impacto del clima lo están recibiendo las grandes obras viales, que hacen y vuelven a hacer los mismos terraplenes que se destruyen con las lluvias”, expresó Moreno.
Argumentó que el rehacer varias veces los terraplenes, entre otros trabajos afectados, genera pérdida de tiempo y aumento de costos a las empresas por el uso de máquinas y horas hombre. “El perjuicio que estamos teniendo es enorme porque durante casi dos meses estuvo lloviendo sistemáticamente, y todo el sector de la construcción ha disminuido en este tiempo el ritmo que había alcanzado. Es importante llamar la atención sobre esto”, comentó. Respecto a las olerías, dijo que todas aquellas que trabajan con el método de secado al sol antes de la cocción estuvieron paralizadas y recién con el mejoramiento del clima estarán reactivándose.
Propuso continuar con la solidaridad para la ayuda a las poblaciones afectadas por las inundaciones, entre los que están muchos oleros.
Menor venta
Al menos tres firmas vendedoras de materiales de construcción consultadas reportaron disminución de las ventas de materiales y encarecimiento del ladrillo común; de G. 380.000 el mil, el precio del ladrillo común pasó G. 600.000, casi un 60% de encarecimiento en relación con la cotización durante el último verano.
También señalaron que al disponer de menos cantidad de este material, paralelamente disminuyeron las ventas de otros insumos utilizados en la construcción.
Según estimaciones de los gremios de la construcción, el sector ocupa en mano de obra a unas 50.000 personas, y su efecto multiplicador en la economía se proyecta sobre el comercio, la industria y demás.
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