Bajas temperaturas afectan al corazón

763

Los ataques se desencadenan, generalmente, por ejercicios (levantar pesas, deporte, actividad sexual) o estrés emocional, y se alivian con el reposo. También pueden desencadenarse por frío extremo o por comidas pesadas.

Ante esto hay que tomar precaución y cuidar la medicación prescripta por el médico cardiólogo como también evitar los cambios bruscos de ambiente, indicó el doctor Abdón Villamayor, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Central del Instituto de Previsión Social (IPS).

Los cuadros coronarios agudos suelen complicarse por la presencia de otras enfermedades coexistentes. Esto representa un desafío para la salud pública, en el que debe priorizarse la prevención del riesgo cardiovascular, dado que esta es la principal causa de morbilidad en esta población. El riesgo de enfermedad coronaria aumenta progresivamente con la edad y afecta a ambos sexos por igual.

También se incrementa la incidencia de enfermedad de múltiples vasos y aparecen cuadros coronarios agudos agravados por las enfermedades concomitantes, como la anemia, los trastornos hidroelectrolíticos y la insuficiencia renal.

El síndrome coronario agudo (SCA) se manifiesta por angina de pecho, al igual que en la población más joven, aunque los adultos mayores con frecuencia presentan disnea asociada y muchas veces solo disnea, posiblemente secundaria a la isquemia silente.

La incidencia de angina de pecho clínicamente manifiesta es del 20% en adultos mayores de 80 años, aunque la autopsia muestra enfermedad coronaria en el 50% de los casos, según informaron desde el Instituto de Previsión Social (IPS).

Es probable que esta población tenga menor sensibilidad al dolor, mayor desarrollo de circulación colateral y de los receptores a endorfinas y alteraciones del sistema nervioso autónomo.

Por otra parte, se pueden presentar alteraciones en el electrocardiograma de reposo que dificultan el diagnóstico de una elevación aguda del segmento ST.

A medida que aumenta la edad, se incrementa el riesgo de presentar eventos coronarios y la mortalidad de causa cardiovascular. Además, la edad avanzada conlleva mayor riesgo de hemorragia, que complica la terapéutica antiagregante y el tratamiento fibrinolítico.

Si bien existen numerosas patologías coronarias capaces de producir trastornos de la circulación coronaria, la más frecuente es la ateroesclerosis. Sin embargo, también otras causas pueden afectar la circulación coronaria, tales como embolias, arteritis, disección, estenosis ostiales, etc.

Se denomina angina de pecho al dolor torácico y sensación de opresión aguda y sofocante, generalmente retrosternal, es decir, centrada detrás del esternón, y a veces extendida (irradiada) a uno u otro brazo. El dolor torácico suele durar desde uno o dos minutos, hasta tanto como 10 o 15 minutos. A veces se percibe una sensación de pesadez u opresión en el pecho que no llega a dolor.

Cuando un paciente cardiológico grave presenta una complicación puede tratarse de eventos que evolucionan en cuestión de minutos y acaban en la muerte del paciente; por lo cual, cuando se trata de enfermos con riesgo de que esto suceda se recomienda su ingreso en una unidad de este tipo, donde la detección cuasi-inmediata del problema y la puesta en marcha instantánea de medidas encaminadas a su resolución aumentan significativamente las posibilidades de supervivencia del paciente.

Una de las principales causas de ingreso es relacionada con falta de oxígeno en el tejido cardiaco, es habitual que se opte por proporcionar oxígeno extra al paciente a través de mascarilla u otros medios de suministro.

COMENTARIOS