Mitos y verdades: Conozca más sobre bacterias que acechan en hospitales

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La sigla KPC que esta semana sonó fuerte en el debate es solo la punta del iceberg de las infecciones hospitalarias, que hay no solo en IPS, sino también en todos los centros médicos públicos y privados.

La punta del iceberg. Una amplia gama de bacterias resistentes a los antibióticos viven en los hospitales públicos y privados y acechan a la salud de los pacientes internados en terapia intensiva, que tienen bajas defensas y son susceptibles al efecto mortal.

La tan nombrada KPC, junto a MBL, MCR-1, tipo Oxa son algunos de los nombres técnicos de las tantas infecciones hospitalarias que son resistentes a los antibióticos y que están presentes desde hace años en los espacios sanitarios. Es decir, al tener una infección un paciente hace que esos antibióticos ya no le sirvan porque generan resistencia en su organismo.

 

Entre ellas están las enterobacterias, que son una familia de bacterias que están en el tracto intestinal. Dentro de este grupo se encuentran aquellas productoras de carbapenemasas, que es una «enzima que destruye el antibiótico», es decir, genera resistencia bacteriana, explicó la doctora Wilma Basualdo, del Departamento de Control de Infecciones del Instituto de Previsión Social (IPS).

«KPC es una enzima, es la que le confiere la resistencia a los antibióticos. Puede estar en diferentes tipos de bacterias», dijo a su turno el doctor Mario Martínez, jefe del Departamento de Epidemiología del IPS. KPC es la sigla de una enterobacteria denominada Klebsiella pneumoniae, productora de carbapenemasa.

Las enzimas «adquirieron resistencia por presión antibiótica», es decir, cuando el paciente queda internado en terapia y con tratamiento de antibióticos. «Eso hace lo que se llama presión selectiva, significa que ese paciente a las 72 horas adquiere la flora hospitalaria y se infecta por una bacteria multirresistente».

«El problema con este mecanismo de resistencia (KPC, MBL y las tipo Oxa), es que se pueden pasar de bacteria en bacteria o en otras bacterias ajenas a la familia. Tienen un poder pandémico porque se pasan fácilmente», dijo Martínez. La transmisión de la bacteria es fácil, en algunos casos por simple contacto.

CASO EMERGENTE. El año pasado se detectó otro mecanismo de traspaso de bacteria en bacteria que ingresó en el país, que es un mecanismo que le confiere resistencia a las polimixinas, es decir, a los antibióticos colistina y polimixina B. Es el MCR-1, por sus siglas en inglés, que significa resistencia móvil a colistina.

«La diferencia es que estas vienen de la comunidad. Hay más evidencia que se está utilizando en forma no controlada el antibiótico y de ahí nos están viniendo a los hospitales», reflexionó el doctor Martínez. También, otra bacteria multirresistente que es la MBL (Metallo beta lactamase) se detectó en el 2012 y ya circula en el país.

«KPC no se va a poder eliminar porque es una bacteria que está presente en todos los lugares, es pandémico, es fácil su distribución. Ya no se recomienda cierre de hospitales, lo que se hace normalmente es activar el protocolo para evitar la diseminación de esas bacterias», remarcó Basualdo.

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