Cuestionan inacción policial ante la invasión de tierras

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El Indert vendió tierras en la colonia Banderita, Caaguazú. Entregó títulos de propiedad pero ahora aparecen invasores que no les dan valor a los documentos otorgados por ese ente estatal. La Policía recibió tres mandatos judiciales de desalojo que fueron ignorados.

Productores de la colonia Banderita, localizada en el distrito de Tembiaporã, departamento de Caaguazú, enfrentan la invasión de sus propiedades, según denuncian. Banderita linda con la colonia Guahory, actualmente en poder de ocupantes. La invasión de Guahory cuenta con un fuerte respaldo del Frente Guasu y de la Iglesia Católica.

El grupo instalado en Guahory extendió la ocupación a las colonias Banderita y Pindo’i, reclamando tierras que tienen títulos entregados por el Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert).

El liderazgo campesino desconoce los títulos de propiedad que otorgó el mismo Indert y exige al ente la expulsión de los productores asentados y que les sean entregados los inmuebles.

La Policía Nacional recibió tres órdenes para desalojar a los invasores: el 23 de septiembre de 2014, firmada por el juez Hugo Becker; el 30 de diciembre de 2014, mandato de la jueza Julia Rosa Alonso, y el 7 de setiembre de 2015, de la jueza Rocío González Morel.

Este es el momento en que la invasión violenta de tierras sigue sin que intervenga la Policía Nacional para dar cumplimiento a tres mandatos judiciales de desalojo; la comandancia policial es responsabilidad del comisario Luis Carlos Rojas.

Elvino Just describió la situación que toca vivir a los pobladores de Banderita y Pindo’i: “Soy propietario de 26 hectáreas, de las cuales 13 están invadidas. No puedo trabajar. Hay hipotecas vencidas que no podemos pagar porque no nos dejan trabajar.” Agregó que “una noche ingresaron los campesinos en nuestros campos de maíz y con machetes destruyeron la plantación. El maizal desapareció. Nada quedó”.

Mencionó que unas 800 hectáreas mecanizadas se encuentran en poder de los campesinos. “Reclaman la entrega de tierras mecanizadas donde los propietarios invertimos mucho dinero para trabajar y salir adelante. Lo peor de todo es que nosotros tenemos títulos de propiedad, compramos las tierras del Indert pero los líderes dicen que los documentos no importan”.

Elmiro Seidler, propietario de 93 hectáreas, de las cuales 45 están ocupadas, mencionó: “Los campesinos están arrasando con todo. Ingresan en nuestros lotes y roban. No tenemos a quién pedir protección. Vemos como matan los animales y los carnean en nuestra misma propiedad como si nada”.

Las colonias Banderita y Pindo’i están habitadas por unas 100 familias. Son productores de pequeña escala, con un promedio de 60 a 70 hectáreas cada uno.

El abogado de los productores, Willian Amaral, cuestionó la inacción de la Policía Nacional. “Ya es desacato a una orden judicial, en realidad a tres mandatos de desalojo”, manifestó el jurista.

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