El presidente del Congreso, Fernando Lugo, decidió borrarse por unos días, y ni siquiera sus allegados quisieron revelar su ubicación.
En medio de las consultas, algunas de las fuentes dijeron que supuestamente viajó a Nueva York, mientras que otros señalaron que ni siquiera habría salido del país.
La intención del ex obispo habría sido tomarse un descanso, luego del ajetreo en la Cámara Alta que se dio con la estadía de los campesinos en la capital y la polémica en torno al subsidio, que al final quedó en la nada.
Uno de los principales problemas de salud que sigue aquejando a Lugo tiene que ver son sus várices, para lo cual precisa de reposo.
Su viaje se produjo luego de una última sesión extraordinaria el lunes pasado en la que nuevamente no se pudo definir el veto del Ejecutivo al subsidio a campesinos, por falta de cuórum.
Además, al día siguiente, el martes, en una reunión con la mesa de presidentes del Frente Guasu aceptó encabezar la lista para el Senado con miras a las elecciones del 2018.
Por la tarde había recibido al ministro de Agricultura, Juan Carlos Baruja, y luego fue al Comité de Iglesias.