«Narcos» se reinventa en una tercera temporada coral detrás de cartel de Cali

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Tras dos temporadas de éxito con la DEA detrás de Pablo Escobar, la serie «Narcos» se reinventa en una tercera con un reparto muy coral al frente del que sigue Pedro Pascal y un nuevo objetivo en la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos: el cartel de Cali.

«La tercera temporada realmente es una continuación de lo que ya hemos contado porque conocimos a algunos de los personajes del cartel de Cali (…) y bueno, pensar que la industria (del narcotráfico) termina con la muerte de Pablo Escobar es muy infantil», dijo Pascal en una entrevista con Efe.

La tercera temporada se estrena este viernes en la plataforma digital de Netflix y estos días está siendo presentada en Colombia, donde buena parte fue rodada.

Para el protagonista de la serie, nacido en Chile y criado en Estados Unidos, la ironía de la historia es que tras la muerte de Escobar, con la que concluye la segunda temporada, «creció la industria» del narcotráfico, lo que implica «más cocaína, más plata» y a los patrones de Cali más fuertes y sofisticados controlando Miami y Nueva York.

«Es un contraste muy grande con lo de Pablo Escobar, en vez de un rey dominante, metiéndole miedo a todo el mundo con su violencia, esta gente, de una manera muy inteligente, está implementada en la sociedad», dijo Pascal sobre la ambientación de la tercera temporada de «Narcos».

Para esta nueva entrega, el cartel de actores crece con la llegada de interpretes como los españoles Javier Cámara y Miguel Ángel Silvestre y el mexicano José María Yazpik.

En esta ocasión no estará el agente de la DEA Steve Murphy, interpretado por Boyd Holbrook, narrador e hilo conductor de buena parte de las dos primeras temporadas.

Eso deja en buena medida a Pascal, que en los últimos años se ha convertido en uno de los actores fetiche para Iberoamérica, al frente de la producción.

«Echo de menos a mi Murphy», bromea durante la entrevista antes de reconocer que se ha sentido «genial» asumiendo la responsabilidad como el actor central y veterano de la producción.

«Es interesante porque da mucho conflicto al cambiar de posición al personaje, lo promocionan dentro de la DEA y (eso es) bien irónico porque (lo hacen) tras quebrar muchas reglas en la segunda temporada», agrega Pascal.

Esa ruptura de las normas de la segunda temporada incluye el descenso de Javier Peña, el agente de la DEA que interpreta el actor chileno-estadounidense, a uno de los momentos más turbios de la historia reciente colombiana: la colaboración del Estado con los paramilitares.

En ese punto el personaje de Pascal comienza a tomar tintes negros y el actor comenzó a disfrutar más su interpretación: «El trabajo actoral es mucho más interesante, más entretenido cuanto más oscuro es el personaje».

El cartel de Cali también cayó con la presión policial, lo que hace que la serie deba reinventarse en no mucho tiempo, cuando lleguen a ese punto de la historia.

Acerca de ello, Pascal lo tiene claro, considera que «hay muchas oportunidades de seguir» en otros momentos históricos y geográficos que pueden no ser necesariamente Colombia.

Los productores mantienen el silencio al respecto y el vicepresidente de series originales de Netflix, Peter Friedlander, no desvela nada de su futuro aunque deja abierta una ventana: «Sabemos que existirán (más temporadas) y será innovador».

Para Friedlander, parte del éxito de «Narcos» reside en que «da la posibilidad a los actores latinoamericanos de volverse muy conocidos en todo el mundo».

De hecho, para el director de la serie, el colombiano Andrés «Andi» Baiz, ese es también uno de los puntos clave: «Poder trabajar con todos esos actores de talento» que se integran en esta nueva temporada.

¿Y el futuro? «Bueno, la inhalada debe continuar», dice Baiz.

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