Las tomas de colegios pierden fuerza y analizan otras medidas

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La Unión Nacional de Estudiantes Secundarios (Unepy) analiza otras medidas, ya que la toma de colegios en el interior, como medida de presión para que el MEC provea 16 libros a cada estudiante secundario, está perdiendo fuerza. Ayer solo quedaban cuatro colegios ocupados.
Hasta el cierre de nuestra edición quedaban cuatro colegios en toma, Sebastián de Yegros, Parroquial San José Obrero, ambos de San Pedro; Cead Félix de Guarania de Caaguazú y el Colegio Nacional Jorge Barchini de Villarrica.

Vanesa Escumbartti, vocera de la Unepy, señaló al programa “Periodísticamente” de ABC TV, que las tomas están perdiendo fuerza porque se realizan en el interior del país y no tienen el mismo efecto que las que tienen lugar en Asunción o Central, ya que las autoridades generalmente ignoran el interior.

Por ese motivo, Escumbartti indicó que están analizando encarar otras acciones. “Hasta ahora las tomas no se levantarán por completo. Mientras las compañeras y compañeros están con la medida de presión un grupo comenzamos a hacer lobby en el Congreso para pedir presupuesto para la compra de los libros. Vamos a seguir con esta acción esta semana y la próxima”, dijo.

La representante de la Unepy aseguró que continuarán con las acciones hasta lograr el presupuesto para la adquisición de 16 libros de lectura para cada uno de los bachilleres del plan común y para los bachilleres técnicos.

Sentido de solidaridad

El ministro de Educación, Enrique Riera, señaló que se había acordado que se provea a los estudiantes secundarios de tres libros básicos de lectura (Matemáticas, Castellano e Historia) con el kit escolar y los instó a los jóvenes a ejercer el sentido de solidaridad.

“Vamos a dialogar con ellos (con Unepy) porque el cambio de 16 libros a tres fue para la llegada oportuna de los tres libros básicos en los kits escolares. El problema de comprar 16 libros, además del costo, es que (los propios alumnos) nos devolvieron. Entonces vamos a usar los libros que tenemos y vamos a prever un fondo de reposición del 20% por año, porque hablamos de US$ 10 millones y por lo menos yo nunca volví a leer los libros de matemáticas del colegio. Teniendo un sentido de solidaridad sería lógico que usen los libros y después los dejen en el colegio para que otros chicos se beneficien y todo ese dinero canalizar en tecnología o infraestructura”, dijo el ministro.

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