La comunicación y las encuestas en campaña (5)

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Los sondeos de opinión durante una campaña electoral, rumbo a unas elecciones nacionales para presidente y vicepresidente de la República, gobernadores, legisladores o intendencias municipales, son herramientas importantes de medición para conocer la percepción de la gente con respecto a las candidaturas. Si están bien hechos, son serios, honestos y confiables –un tanto difícil por cierto últimamente– son instrumentos que le permiten al candidato y a su equipo de trabajo saber dónde están parados con respecto a sus competidores.

En general, los aspirantes a cargos electivos, principalmente quienes apuntan a la Presidencia, cuentan con el apoyo de profesionales del marketing quienes apuestan a la realización de encuestas propias para obtener información de primera mano y fiable sobre la preferencia de los electores. Pocos, por no decir ninguno, se cruzan de brazos a la espera de «interpretar» los sondeos difundidos por los medios de comunicación y adversarios.

Para los responsables de la comunicación, que trabajan de manera coordinada con los encargados del marketing, la información recogida en las encuestas también es de gran utilidad para la detección y corrección de aspectos negativos en la difusión de actividades; en su defecto, para potenciar los que están bien encaminados.

Las candidaturas no deben caer nunca en la desesperación cuando reciben sobre el escritorio datos que no son de su agrado, ya que pueden ser engañosos por diversas circunstancias de coyuntura social, económica, política a inclusive debido al contexto regional e internacional. Ya hemos sido testigos de muchísimas encuestas y encuestadoras que han sido hasta motivo de burlas por sus grandes desaciertos.

Antes que nada, antes que cualquier consulta de opinión, existe un principio casi sacrosanto de visita casa por casa en tiempos de campaña, que ha de ser quizá lo más efectivo. Es un buen aliado y está muy arraigado en Paraguay, principalmente en el interior del país. Los pobladores, principalmente simpatizantes de partidos tradicionales, atesoran siempre la idea de un abrazo con sus candidatos (a presidente, vicepresidente, a gobernador y a intendente). Esto es recurrente después de una concentración política. El que lo hace se gana el cariño del pueblo. La tradición aquí es fundamental. Esto es mucho más valioso y rentable porque genera votos a favor que aquel que se esfuerza por mantenerse arriba a nivel de redes y sondeos.

El próximo 17 de diciembre se realizarán las internas de los partidos para saber quiénes serán sus representantes oficiales en las elecciones generales del 2018 para presidente, vicepresidente, gobernadores, concejales departamentales, legisladores y ante el Parlasur. A nivel país, miles de candidatos invertirán mucho dinero en publicidad, propaganda y encuestas en los próximos 60 días. Deben tener cuidado, porque muchos simplemente creen que les alcanzará para ganar siendo estrellas en medios de comunicación y en las redes sociales. Otros, para peor, considerarán que con el bombardeo de encuestas «fabricadas» lograrán instalar su figura en la preferencia del electorado. Ni lo uno ni lo otro.

Los encargos de sondeos a medida son importantes, pero solamente para alimentar el ego personal y los «bolsillos» de algunos encuestadores. Los «fabricantes de ilusiones» muchas veces caen en la tentación del lucro. Medidas así se quedan cortas ante la fuerza del trabajo cotidiano al lado de la gente. Los electores no son tontos, saben perfectamente quiénes dicen la verdad y quiénes buscan maquillar la realidad.

Por experiencia, estoy convencido de que el trabajo planificado del candidato, de manera disciplinada, que se moviliza con buenos mensajes, habla de proyectos realizables y tangibles, contacta de manera permanente con la gente, con humildad, hace la diferencia a largo plazo. Las candidaturas que buscan posicionarse solamente con técnicas de publicidad, promoción y propaganda, sin nada de contenido y escaso contacto directo con la gente, corren serio riesgo de estrellarse en las elecciones.

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