Formación de calidad y focalizada piden para nuevos maestros que deberán reemplazar a decenas de miles que ya no estarán en aulas. Mientras, el MEC aplica medidas paliativas con millonaria inversión.
Contando desde este año hasta el 2030 serán 23.394 profesores de la escolar básica y 20.595 catedráticos los que accederán al derecho jubilatorio en el sector público.
Así lo muestra un estudio del investigador Robert Cano, director del proyecto Caazapá de Juntos por la Educación y presentador local del informe Aprender para hacer realidad la promesa de la educación, del Banco Mundial, dado a conocer en el país el viernes pasado.
Para el experto, las cifras no son alarmantes, sino más bien implican una oportunidad para mejorar la calidad de la formación de los futuros maestros. «Es una oportunidad porque podemos formar a los maestros para las necesidades del futuro, aplicando un currículum para los estudiantes del siglo XXI», apunta.
Pero por otro lado, advierte que el bono demográfico indica que la actual generación debe tomar este tipo de decisiones para los que ya están en las salas de clase en la actualidad. «Para la siguiente generación será más difícil tomar esta decisión, pues el modo de vida será complicado y crecerá la cantidad de adultos mayores», sostiene.
Claves. Identificar en qué zonas del país, en qué escuelas y cuáles son las materias que se verán más afectadas por este retiro masivo de profesores son algunos de los primeros pasos que pueden tomarse, asegura Cano.
«Es totalmente predecible lo que va a ocurrir, pero los que toman decisiones deben animarse a tomar amplias medidas para los que entrarán a trabajar en las aulas en el siguiente periodo», dice.
Esta particular situación de docentes que pasan a formar parte del pasivo del país, inicia en coincidencia con la reforma educativa de 1994, que expandió la oferta educativa en todo el territorio.
La Ley Nº 2345/03 del sistema de jubilación en el sector público establece que los educadores acceden a sus haberes desde los 25 años de servicio.
Regional. El profesor e investigador Melquíades Alonso, ex miembro del Consejo Nacional de Educación y Cultura (Conec), afirma que en los países del Mercosur ya están tomando medidas, pues la jubilación masiva es un problema en toda la región.
La reforma de la educación llegó en todos los países a principios de los noventa. «La formación docente de los nuevos es la clave, pero el MEC debe tomar las riendas con medidas participativas», expresa el educador.
Recomienda que desde el Ministerio se abran conversaciones con una mesa de trabajo en la cual participen, por ejemplo, investigadores locales que ya abordan esta problemática.
«Otro punto es la motivación, tiene que ser muy alta para quienes van a enseñar, porque no pueden ser preparados como se prepara ahora a los docentes, tienen que tener otras habilidades como el trabajo en equipo», argumenta el investigador.
COMENTARIOS
