Las víctimas fatales fueron identificadas como Ángel María Ortiz, de 54 años, y el menor Ramón Alejandro Espinoza. En el fatal percance lograron salvar sus vidas el conductor del vehículo, Jorge Ortiz Espinoza, y su madre Antonia Espinoza de Ortiz.
Según datos proporcionados por los agentes de la comisaría jurisdiccional, el vehículo en que viajaba la familia es una camioneta Nissan Mistral, color negro, que realizaba el trayecto de Capiatá a Ciudad del Este, pero al llegar al citado lugar, según lo que dijo el conductor de la camioneta en su declaración, un vehículo de gran porte encendió la luz alta segundos antes de realizar el cruce, lo que le hizo perder el control de su rodado; primero chocó contra la baranda de seguridad de un puente y luego cayó al arroyo, sumergiéndose en las profundidades del cauce, elevado por las últimas lluvias.
Madre e hijo lograron salir rápidamente del habitáculo, no así las otras dos víctimas, que quedaron dentro.
La Policía fue alertada de la situación y acudió al lugar. En la orilla del arroyo los uniformados encontraron a Jorge y a Antonia, quienes manifestaron que se habían cruzado con un camión de gran porte, que tenía encendida la luz alta y lo encandiló.
Los agentes intervinientes llamaron inmediatamente a los bomberos voluntarios de la ciudad, quienes iniciaron la búsqueda de las dos personas atrapadas; además, tuvieron apoyo de otras unidades de otras ciudades.
La lluvia caía intensamente, lo que dificultaba la búsqueda, pero alrededor de las 10.00 horas flotó el cuerpo de una de las víctimas, Ángel María Ortiz. El hombre ya estaba muerto, muy a pesar de sus familiares.
La búsqueda siguió, porque todavía quedaba por recuperar el cuerpo del menor; para ese entonces, ya estaban representantes del Ministerio Público y un médico forense.
Alrededor de las 12.30 horas fue encontrado el vehículo y en su interior el cuerpo sin vida del menor de 10 años.
Un camión grúa llegó hasta el lugar para sacar del arroyo el vehículo accidentado, por orden de la Fiscalía.
Asimismo, el Ministerio Público ordenó que los cuerpos de los fallecidos fuesen llevados a la morgue del hospital de San José de los Arroyos, para un mejor diagnostico y determinar las causas de las muertes.
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