¿Qué son las várices y cómo se tratan?

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Comienza con pequeñas y molestas líneas rojas en las piernas, que primeramente cohíben a las mujeres de usar un short o una minifalda, pero con el tiempo se convierten en una afección progresiva que acaba causando dolores intensos. Las várices o insuficiencias venosas son un mal que desconoce de edad y aqueja a un porcentaje importante de la población.

«Son dilataciones venosas superficiales con pérdida del sistema valvular y una hipertensión venosa secundaria. Se producen cuando las válvulas dentro de las venas no funcionan bien y no pueden impulsar el retorno venoso e impiden que cumplan su función normal», explica Ángel González, cirujano vascular del Hospital Nacional de Itauguá.
Esta enfermedad, más recurrente en mujeres que en hombres, es de carácter progresivo y puede manifestarse a temprana edad. Las telangiectasias, comúnmente conocidas como «arañitas», son el primer llamado de atención.

«Para el desarrollo de las várices lo más importante es la herencia. En nuestro servicio tenemos a personas de 20 años con muchas várices», comentó González.

El médico señaló además que esta enfermedad se encuentra relacionada a lo que médicamente se conoce como factores predisponentes, es decir, los elementos que intervienen en la vida diaria de los pacientes.

Para aquellas personas que cuentan con mayor predisposición de padecerlas existe una serie de medidas higiénico venosas que implican un cambio en el estilo de vida y los hábitos alimenticios en los pacientes.

Entre las sugerencias, para las mujeres, se recomienda optar por un método anticonceptivo que no se base en pastillas o inyecciones. Esto, según explicó el especialista, se debe a que las hormonas que componen estos medicamentos favorecen la aparición de várices y propician la complicación de estas hacia una enfermedad conocida como trombosis venosa profunda.

«El estrógeno produce vasoconstricción, es decir, disminuye el diámetro de la luz y eso favorece a la trombosis. El progestágeno produce vasodilatación, entonces, una vena enferma con una alteración de la pared, que produzca más dilatación, va a aumentar la hipertensión venosa y, por ende, más várices», detalló.

En cuanto a las personas que permanecen mucho tiempo de pie, aconsejó tomarse una pausa cada dos horas, acostarse y elevar los pies. Esto ayuda a la circulación de la sangre.

Para los que, por cuestiones laborales, deben estar sentados por largas horas sugirió utilizar una botella cargada de arena y deslizarla con el pie, para mantenerlos en movimiento.

Clasificación clínica de las várices

Clínicamente, esta afección se encuentra clasificada en cuatro tipos, de acuerdo al desarrollo de los síntomas y a una inspección visual de los especialistas.

  • Tipo 1: No provocan síntomas, son pequeñas dilataciones venosas como telangiectasias o venas de pequeño calibre (arañitas).
  • Tipo 2: Presentan síntomas como cansancio, pesadez, dolor, edemas, calambres nocturnos, generalmente asociados al hecho de estar de pie durante un tiempo prolongado.
  • Tipo 3: Se nota una gran dilatación de los vasos, cambio de coloración de la piel (rojizo o parduzco), dolor, irritación local o prurito, a veces con cambios atróficos de la piel.
  • Tipo 4: Aparecen ulceraciones de piel, atrofia de tejidos, riesgo grave de trombosis e infecciones.

Ni cremas ni pastillas

Actualmente existen numerosos métodos terapéuticos para combatir las insuficiencias venosas o várices y en su mayoría, se encuentran avocadas a aliviar los síntomas y no específicamente a tratar la enfermedad. Por ello, el médico exhorta a acudir a consultar antes de someterse a alguno de ellos.

Entre los tratamientos utilizados para combatir los síntomas se encuentra el consumo de pastillas como la esterilina o las cremas compuestas por hidrosmina.

«Lo que hacen estas cremas es dar una sensación de frescura a la pierna, pero las pacientes deben saber que esos tratamientos no hacen desaparecer las várices ni las curan, menos aún si están complicadas», advirtió.

El clínico acentuó que los tratamientos que combaten esta enfermedad dependen de qué tan avanzada se encuentren las várices.

Existe la inyección de esclerosis, utilizada cuando no se encuentra comprometida una de las venas superficiales importantes. Si está en riesgo una de las venas principales se opta por suprimir el punto de fuga a través de una cirugía convencional o láser.

Otra opción es la radiofrecuencia, consistente en la utilización de ondas de radio mediante la introducción en la vena de un catéter con dos polos. Estas transmiten la energía térmica a la pared del endotelio y producen el cierre de la vena. Este método no puede aplicarse en venas muy tortuosas.

Costos de tratamientos

En cuanto a la inversión que requiere someterse a uno de los tratamientos mencionados anteriormente, el especialista brindó datos acerca del costo de cada uno.

El precio de las pastillas ronda los G. 250.000 la caja y son consumidas por al menos tres meses. Para mayor efectividad, se recomienda el uso de un tratamiento compresivo a través del uso de medias especiales, cuyo costo aproximado es de G. 300.000 a G. 450.000.

El costo de los inyectables oscila los G.300.000 por sesión, en la mayoría de los casos se precisa de al menos dos aplicaciones en un intervalo de cuatro semanas.

La cirugía convencional en los hospitales públicos no tiene costo, pero en los centros privados orilla los G. 6 millones. El procedimiento láser tiene un costo aproximado de G. 10 millones.

En cuanto al lapso de recuperación, González refirió que la cirugía láser cuenta con mayor ventaja dado que la incorporación de los pacientes a su ritmo y ambiente normal de vida puede darse en la semana. En la convencional se requiere al menos un mes para la recuperación.

¿Importa el clima?

Efectivamente, el intenso calor registrado en el país aumenta las consultas por dolencias venosas. Las altas temperaturas producen vasodilatación, es decir, aumenta el diámetro de las venas, lo que a su vez empeora los síntomas de la enfermedad.

«Es más frecuente la consulta en verano porque hay más síntomas, también pasa por una cuestión estética, ya que las piernas están más expuestas», afirmó el cirujano vascular.

¿Donde acudir?

La especialidad de Flebología no se encuentra disponible en todos los hospitales públicos. Algunos centros que cuentan con especialistas son el Hospital Nacional de Itauguá, con consultas los días lunes a partir de las 10.00 y miércoles desde la 08.30, y el Hospital de Clínicas, que atiende de lunes a viernes con citas previas que se solicitan en ventanilla.

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