El ex presidente de la República y candidato al Senado por la ANR, Nicanor Duarte Frutos, anticipó una «victoria inédita» en la presidencia y también en la lista parlamentaria de su partido el 22 de este mes. Al referirse a la Senaduría, dijo que el Partido Colorado «va a meter casi cuando como en Cubas-Argaña (15 ANR-9 Unace); Lugo va a meter 5 o 6 senadores; el PLRA, por su estructura, va a llegar a 10-12 y ahí termina. Después 1 y 2 los demás y ahí termina», expresó a radio 970AM.
Consultado acerca de si el PLRA sería relegado a un tercer lugar, como dicen las últimas encuestas, sostuvo que eso es improbable. «No creo que el PLRA se mueva del segundo lugar», aseguró. Seguidamente explicó que «las encuestas son muy difíciles (los resultados) cuando se trata de listas corporativas (diputados, senadores). Cuando se trata de candidaturas unipersonales, las encuestas siempre se aproximan», señaló.
Duarte Frutos expresó, en ese sentido, que no habría novedades en cuanto a la segunda fuerza política, debido a que los postulantes a la Cámara Alta, afines al candidato opositor Efraín Alegre, son parte de «una sarta de movimientos de membrete, de barrio, que finalmente va a golpear muy fuerte la posibilidad de que la oposición tenga una buena cantidad de senadores».
Con respecto a las acusaciones vertidas de parte de los integrantes de la alianza Ganar en contra de los candidatos colorados, el ex jefe de Estado manifestó que son propios del momento y provienen de un grupo sin argumento y que no tiene nada que ofrecer a la gente. «La oposición no tiene argumento, la oposición no tiene nada que mostrar; la alianza no fue una experiencia positiva en el país, terminó mal. Entonces, como no tiene argumento, la oposición recurre a la tergiversación de la historia. Cuando se carece de argumento se recurre al insulto, al agravio», afirmó.
Al referirse a Mario Abdo Benítez, aspirante al sillón presidencial por la ANR, afirmó que el mismo «llega a la candidatura de la Presidencia forjando su liderazgo en la democracia, sometiéndose al escrutinio de la soberanía nacional. Prefirió el camino de las luchas electorales… y no el camino de los acomodos, de los pactos con los grandes poderes fácticos».