El valor de ser puntuales y honesto con el manejo del tiempo

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Dr. Juan Carlos Zárate Lázaro

MBA

Siempre dentro del mundo de las finanzas y de los negocios es bueno y recomendable ser puntual, pues lamentablemente tenemos que aceptar que en muchos de los países de América Latina, como lo señalaba el autor de un libro “los quince minutos de tolerancia” parecen ser una regla general y hasta aceptada.

Muchas veces acordamos con otra persona encontrarnos en un lugar X o bien dentro de nuestras propias empresas para abordar diversos temas que hacen a nuestras actividades profesionales y no en pocas oportunidades se suele dar el “famoso inconveniente” de la espera, que suele traer aparejado contratiempos y a veces hasta perjuicios cuando uno se maneja dentro de una agenda de trabajo apretada en el día a día.

Seguramente como siempre existe la excepción en todo, se dan casos de personas que son impuntuales, pero que en contrapartida dentro de sus respectivas actividades reflejan éxito, aunque en realidad serían los menos, dado que el ser puntuales nos demuestra “per se” de que uno trata de ser ordenado en su quehacer diario y sobre todo respetuoso del tiempo de los demás.

Hay un famoso dicho en ingles que dice: “Time is money”, y es verdad, pero a pesar de que ya estamos en pleno siglo XXI parecería que todo esto les “sigue resbalando” a muchos, cuando que en realidad el ser puntuales habla bien de uno en lo profesional y como persona mejor aún, pues se nota que sabe apreciar en su justa dimensión el valor del manejo del tiempo.

Esos quince minutos de espera dentro de las reuniones previamente concertados, a simple vista parecerían trivial, pero lamentablemente nos seguimos encontrando muchas veces con personas en donde ese tiempo ya forma, parecería, parte del ADN de sus vidas y no miden lo perjudicial que resulta y la mala imagen que se forma al hacer esperar al otro cuando que ya de antemano se había fijado una hora de encuentro.

Muchas veces el nivel de honestidad de una persona se traduce en sus palabras y en ser cumplidos con lo que prometen. Y es aquí en donde a veces uno se pregunta: Si sos impuntual, casi automáticamente sos deshonesto con la otra persona que ha cumplido con la hora de encuentro indicada, lo cual muchas veces se traslada a los campos económico y financiero.

Resulta probable que una persona no “amante” de la puntualidad pueda establecer objetivos financieros y cumplirlos, pero siempre existirá la probabilidad de que se puedan dar mayores niveles de desviaciones, pues además de ello el valor de la palabra también muchas veces pasa a un plano secundario.

Y yendo un poco más allá hasta podríamos decir que de alguna u otra forma las personas que son impuntuales “te están robando tu tiempo”, palabra que cada vez adquiere mayor relevancia y trascendencia dentro del mundo de los negocios, pues bien sabemos que en casi todos los segmentos explotados la competencia es cada vez más dinámica “y peleada”.y el “que no corre,vuela”.

Una persona que observe puntualidad de hecho es aquella que demuestra cuidar muy bien su tiempo y por ende al establecer algún tipo de vínculo comercial con los mismos, podría darte la pauta de que también será respetuoso y honesto con tu tiempo.

Yendo al campo del manejo de nuestra gestión económica-financiera dentro de las empresas, el que no cumpla con sus obligaciones financieras contraídas con terceros, ya de por sí están dando una mala imagen a las instituciones financieras dado que tanto el capital como los intereses que van devengando los prestamos tienen sus respectivas fechas de vencimientos preestablecidos en la fecha de sus desembolsos.

Una empresa que demuestre puntualidad en el pago de sus compromisos contraídos siempre será bien mirada y tendrá un buen nivel de aceptación, y mejores posibilidades de mantener líneas de créditos vigentes para la cobertura de otros tipos de obligaciones que pudiera tener (no solamente préstamos, sino también operaciones de comercio exterior, por ejemplo).

Y si eventualmente no sería posible poder cumplir en tiempo y forma con nuestros compromisos, si estamos al frente de una empresa organizada, tendremos que anticiparnos y acudir ante nuestro oficial de crédito a plantearle una eventual prórroga o renovación ya sea parcial y/o total de la obligación contraída, ante la observancia de imponderables que se pudieran presentar y que afecten a nuestra regular capacidad de repago.

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