La hipertensión o generalmente denominada “presión alta” es el principal factor de riesgo de muerte y enfermedad a nivel mundial. El control de la presión arterial es clave para un tratamiento.
Si la enfermedad no se controla, puede convertirse en el principal causante de enfermedades cardiovasculares, en particular infartos al miocardio y accidentes cerebrovasculares; también puede generar insuficiencia renal, ceguera, vasculopatía periférica e insuficiencia cardíaca.
El riesgo de incremento de la enfermedad se acrecienta cuando va acompañada de factores tales como el tabaco, el consumo nocivo de alcohol, y la inactividad física, la obesidad, la diabetes y el colesterol elevado.
Otros factores de riesgo para la ocurrencia del incremento de presión son la poca ingesta de frutas y verduras, el alcohol y el sedentarismo.
Según informes del Programa Nacional de Prevención Cardiovascular, en el país el 58,1% de los pacientes hipertensos son obesos; mientras que el 42,5% son fumadores y más del 40% consume sal en exceso.
Fuente: Ministerio de Salud
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