Ser mamá gracias a la ciencia

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Hoy en día es más fácil ser madre gracias a la ciencia, que posibilita -mediante varias técnicas de reproducción asistida- vencer las barreras de la infertilidad.

Se estima que el 10 % de toda la población mundial en edad reproductiva tiene infertilidad, que se da cuando la pareja no puede concebir un hijo naturalmente o de llevar un embarazo a término después de un año de relaciones sexuales constantes sin uso de métodos anticonceptivos, y por lo tanto puede llegar a necesitar de una técnica de reproducción asistida para poder cumplir con su deseo de traer un hijo al mundo.

El doctor Roger Molinas, fundador y director del centro especializado en el manejo de la infertilidad Neolife, Medicina y Cirugía Reproductiva, detalló en entrevista con HOY Digital las técnicas de reproducción asistida que fueron diseñados para superar los obstáculos que se oponen a la fecundación natural.

“Las parejas vienen con una carga emocional muy grande, porque en países como el nuestro la necesidad de ser madre parece que es una obligación. Todo el mundo opina ‘por qué no te embarazas’ y resulta que esa pareja en realidad no lo puede hacer”, indicó.

El médico aclaró que la infertilidad es más frecuente de lo que se piensa y que existe un tabú que la asocia a una clase socioeconómica privilegiada, siendo esto completamente lo contrario, por lo que, según esgrimió, el desafío es que las parejas, independientemente de su poder adquisitivo, sepan que existen formas de resolver el problema y que puedan recibir estas opciones.

“Una vez que hacemos el diagnóstico del problema, el solo hecho de identificar que algo está impidiendo que se embarace, ya significa un alivio demasiado grande de la paciente. Cuando llega a embarazarse, la felicidad que tiene esa pareja es inconmensurable y esa es nuestra mayor satisfacción. El objetivo final es que haya un recién nacido vivo y sano”, mencionó el especialista.

¿Cuántos tipos de tratamientos existen actualmente en nuestro país?
Hay de baja complejidad (coito programado y inseminación intrauterina), y de alta complejidad (fecundación in vitro). En la primera, la fecundación (la unión del óvulo con el espermatoziode) ocurre en el cuerpo de la mujer. En la segunda, la fecundación se da en el laboratorio.

¿En qué nivel de expansión se encuentra actualmente el embarazo asistido?
Si bien es difícil decir cuántas mujeres necesitan cada tipo de tratamiento, por cada millón de habitantes, en cualquier país del mundo, se requieren de mil ciclos de tratamientos de reproducción asistida de alta complejidad. Eso fue aumentando, porque se va postergando la maternidad y por la baja calidad del semen a causa de factores ambientales.

En Europa, de 40 millones de habitantes en un país, se estima que se hacen 40 mil tratamientos. En Paraguay, si no había ninguna restricción y todas las parejas tienen acceso, tenemos que hacer 7.000 a 10.000 tratamientos por año. Pero al tomar la realidad de America Latina, donde se hace muchísimo menos, se habla de que lo ideal entonces es hacer 700 a 1.000. Sin embargo, estimamos que al sumar todas nuestras clínicas máximo se hacen 300 tratamientos por año, con lo que ni se llega a la mitad del promedio latinoamericano.

¿Cuál es el índice de efectividad de los tratamientos de embarazos asistidos?
Las técnicas de reproducción asistida, ya sea de baja o alta complejidad, intentan que las parejas que no se embarazan puedan tener una chance al igual que las demás. En el coito programado la tasa de embarazo es del 10 %, en la inseminación intrauterina es del 20 % y en la fecundación in vitro es el 40 % aproximadamente, por cada ciclo de tratamiento.

¿Cuáles son las trabas para las parejas paraguayas?
En los últimos cinco años identificamos cuáles son las principales trabas para tener menos casos de lo que suponemos que debemos de tener. Los dos más importantes son: el desconocimiento, porque muchísimas parejas desconocen que existen estas herramientas o que están disponibles en Paraguay y creen que solo hay en el extranjero, y la limitación económica, porque son tratamientos de alto costo y no existe ningún tipo de cobertura médica ni en lo público ni en lo privado.

 

 

Se estima que el 10 % de toda la población mundial en edad reproductiva tiene infertilidad, que se da cuando la pareja no puede concebir un hijo naturalmente o de llevar un embarazo a término después de un año de relaciones sexuales constantes sin uso de métodos anticonceptivos, y por lo tanto puede llegar a necesitar de una técnica de reproducción asistida para poder cumplir con su deseo de traer un hijo al mundo.

El doctor Roger Molinas, fundador y director del centro especializado en el manejo de la infertilidad Neolife, Medicina y Cirugía Reproductiva, detalló en entrevista con HOY Digital las técnicas de reproducción asistida que fueron diseñados para superar los obstáculos que se oponen a la fecundación natural.

“Las parejas vienen con una carga emocional muy grande, porque en países como el nuestro la necesidad de ser madre parece que es una obligación. Todo el mundo opina ‘por qué no te embarazas’ y resulta que esa pareja en realidad no lo puede hacer”, indicó.

El médico aclaró que la infertilidad es más frecuente de lo que se piensa y que existe un tabú que la asocia a una clase socioeconómica privilegiada, siendo esto completamente lo contrario, por lo que, según esgrimió, el desafío es que las parejas, independientemente de su poder adquisitivo, sepan que existen formas de resolver el problema y que puedan recibir estas opciones.

“Una vez que hacemos el diagnóstico del problema, el solo hecho de identificar que algo está impidiendo que se embarace, ya significa un alivio demasiado grande de la paciente. Cuando llega a embarazarse, la felicidad que tiene esa pareja es inconmensurable y esa es nuestra mayor satisfacción. El objetivo final es que haya un recién nacido vivo y sano”, mencionó el especialista.

¿Cuántos tipos de tratamientos existen actualmente en nuestro país?
Hay de baja complejidad (coito programado y inseminación intrauterina), y de alta complejidad (fecundación in vitro). En la primera, la fecundación (la unión del óvulo con el espermatoziode) ocurre en el cuerpo de la mujer. En la segunda, la fecundación se da en el laboratorio.

¿En qué nivel de expansión se encuentra actualmente el embarazo asistido?
Si bien es difícil decir cuántas mujeres necesitan cada tipo de tratamiento, por cada millón de habitantes, en cualquier país del mundo, se requieren de mil ciclos de tratamientos de reproducción asistida de alta complejidad. Eso fue aumentando, porque se va postergando la maternidad y por la baja calidad del semen a causa de factores ambientales.

En Europa, de 40 millones de habitantes en un país, se estima que se hacen 40 mil tratamientos. En Paraguay, si no había ninguna restricción y todas las parejas tienen acceso, tenemos que hacer 7.000 a 10.000 tratamientos por año. Pero al tomar la realidad de America Latina, donde se hace muchísimo menos, se habla de que lo ideal entonces es hacer 700 a 1.000. Sin embargo, estimamos que al sumar todas nuestras clínicas máximo se hacen 300 tratamientos por año, con lo que ni se llega a la mitad del promedio latinoamericano.

¿Cuál es el índice de efectividad de los tratamientos de embarazos asistidos?
Las técnicas de reproducción asistida, ya sea de baja o alta complejidad, intentan que las parejas que no se embarazan puedan tener una chance al igual que las demás. En el coito programado la tasa de embarazo es del 10 %, en la inseminación intrauterina es del 20 % y en la fecundación in vitro es el 40 % aproximadamente, por cada ciclo de tratamiento.

¿Cuáles son las trabas para las parejas paraguayas?
En los últimos cinco años identificamos cuáles son las principales trabas para tener menos casos de lo que suponemos que debemos de tener. Los dos más importantes son: el desconocimiento, porque muchísimas parejas desconocen que existen estas herramientas o que están disponibles en Paraguay y creen que solo hay en el extranjero, y la limitación económica, porque son tratamientos de alto costo y no existe ningún tipo de cobertura médica ni en lo público ni en lo privado.

 

¿Cuáles son las causas más comunes de la infertilidad en Paraguay?
El 35 % de las causas de infertilidad obedecen a una alteración en el factor masculino (cantidad y calidad de espermatozoides), el 35 % a una alteración en la mujer (capacidad de ovulación, calidad de útero o permeabilidad de las trompas), 15 % a causas mixtas (masculinas y femeninas) y otros 15 % en los que no se diagnostica el motivo.

En cuanto a las indicaciones para hacerse la fecundación in vitro, en nuestro caso, son principalmente el factor masculino severamente alterado y la obstrucción de ambas trompas de falopio. Una tercera indicación es el fracaso de las técnicas de baja complejidad, que están al alcance de ginecólogos en general y no precisamente de centros de producción en el tema.

Sin embargo, hay también pacientes que se hacen por otros motivos, como cuando la mujer tiene una avanzada edad y posee menos chances de tener un embarazo.

¿Existen casos de mujeres que desean ser madres solteras?
Existen muchas mujeres que no tienen pareja o no tienen pareja masculina pero sí pareja (de su mismo sexo) que desean ser mamás. A ellas se les saca los óvulos o de alguna donante, y se realiza una fecundación in vitro. Es un porcentaje bastante alto de las mujeres sin pareja masculina que acuden a un centro de reproducción.

También están las que todavía no quieren ser madres hoy, pero consideran serlo a futuro. Para esa mujer de 35 a 40 años, generalmente, que está preocupada porque quiere ser madre más adelante, hay una herramienta de alta complejidad que es de preservación de la fertilidad, al extraerle los óvulos para congelarlos. Es un tratamiento que está prácticamente desconocido en Paraguay. Invitamos a las mujeres a que consideren el hecho de preservar su fertilidad con un procedimiento tan sencillo como congelar los óvulos.

Lo mismo ocurre con los varones que quieren hacerse luego una vasectomía, pero desean tener guardados sus espermatozoides, o a los que se les diagnostica cáncer (especialmente leucemia en hombres jóvenes) y se les extrae el esperma antes de la quimioterapia.

¿Cuál es la situación con la donación de semen y de óvulos en nuestro país?
La herramienta que más utilizamos hoy en día es la donación de óvulos, porque aproximadamente el 20 % de nuestros tratamientos son con esas donaciones (95 % en fresco y 5 % en congelado). Nuestro programa de donación es uno estructurado, donde se busca y se selecciona la donante localmente y en casos puntuales de manera internacional.

Hay algunas parejas que vienen y piden que su donante tenga 1,90 metros, rubia y de ojo claros, pero la mayoría siempre elige la donante que le parezca.

Para la donación de semen pasa algo distinto, porque es más fácil de trabajar en congelado antes que en fresco, entonces uno ya tiene el material en laboratorio o el banco de semen. En un 99 % de los casos que trabajamos en la clínica, son donaciones que vienen del extranjero, como Europa, EE.UU. o algún país Latinoamericano. Muy excepcionalmente se utiliza de manera local.

¿Es cierta la creencia de aquello de que mujeres que siguen tratamientos de fecundación asistida tienden a dar a luz a mellizos o trillizos?
Es cierto y no es cierto. Cuando se hace un tratamiento de baja complejidad es difícil regular la cantidad de embriones que se van a implantar, por lo que con el coito programado y la inseminación intrauterina muchas veces se terminan con embarazos múltiples.

En la alta complejidad es completamente diferente porque el ginecólogo, el biólogo y el paciente deciden cuántos embriones se van a transferir al útero. Lo ideal es transferir uno, excepcionalmente dos y mucho más excepcional tres, pero nunca más que tres.

¿Hay mayor o menor probabilidad de anomalías congénitas en niños que nacen mediante embarazos asistidos?
En el tratamiento de alta y baja complejidad eso no se puede controlar, porque lo único que hacen es aumentar las chances de conseguir un embarazo, pero no necesariamente de que sea de un niño sano. O sea, si esa pareja tiene la tendencia a producir un hijo que va a tener una enfermedad, va a seguir teniendo la enfermedad aunque se haga el tratamiento.

Ahora bien, la fecundación in vitro en particular (no así las otras técnicas) puede incorporarse a un programa especial que permite evaluar genéticamente a los embriones antes de que sean transferidos al útero materno. En el laboratorio se hace una biopsia del embrión, se le saca dos a tres células para saber si genéticamente es normal o anormal, si la cantidad de cromosomas es adecuada e incluso se sabe si es un varón o una nena.

LA CLÍNICA

Neolife se encuentra sobre la Avda. Brasilia 760 c/ Fray Luis de León y el horario de atención es de lunes a viernes de 7.30 a 20.00 y sábados de 7.30 a 12.00.

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