Helados para perros, un paso más hacia la humanización de las mascotas

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Invitar a su mejor amigo animal un helado es uno de los sueños de muchas personas, y ahora ya es posible, gracias a los helados para perros, que, junto con otros productos, suponen un paso más hacia la incesante humanización de las mascotas.

El doctor Carlos Gutiérrez, de la Facultad de Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam), explicó a Efe que este tipo de snacks favorecen el proceso de antropomorfización de los animales, que puede tener efectos positivos y negativos, y cuyas consecuencias a nivel evolutivo tardarían miles de años en manifestarse.

«Darle un helado (al animal) es precisamente porque a nosotros nos gusta, no precisamente porque él lo requiera. Ese es el gran problema que hemos tenido en la actualidad con la nutrición de perros y gatos, que se basa en qué me gusta a mí y no en qué necesita el animal», argumenta.

Sin embargo, las creadoras de Puppies and Cream, una marca mexicana de helados para perros, prácticamente veganos, buscan el equilibrio entre el placer del animal y una alimentación saludable, libre de grasas y con ingredientes 100% naturales, que sirva no como sustituto de la dieta, sino como un premio.

La gerente técnica de la marca y tecnóloga de alimentos, Mónica Guzmán, relata a Efe que durante dos años y medio ella y su socia, la veterinaria Natalia Palestino, estuvieron realizando pruebas para lograr helados que no provocaran ningún tipo de daño al animal.

De hecho, de los siete sabores disponibles –entre ellos mantequilla de cacahuete o manzana con amaranto– algunos de ellos presentan propiedades beneficiosas como las del coco, que es bueno para la piel de los canes, o los frutos rojos, con alto contenido en antioxidantes.

Los lácteos, por no ser adecuados para la digestión del animal, fueron descartados y sustituidos por una leche vegetal hecha a base de arroz.

«Usamos puro ingrediente natural, de hecho, usamos básicamente arroz, frutas y vegetales», asegura.

Solo había un sabor que no podían obtener de forma natural, un sabor totalmente de gusto humano: el del chocolate.

«El chocolate tiene un compuesto que se llama teobromina y no les cae bien, por eso es que no pueden comer chocolate. Entonces lo saborizamos y tenemos un sabor chocolate que es para ellos y les cae bien», asegura.

Para la química de alimentos, cualquier persona ha soñado muchas veces con dar a su perro un helado de chocolate y hacerle sentir lo mismo que el humano cuando come ese dulce, algo ahora posible gracias a un artificio culinario hecho a base de algarrobo y amaranto.

Pero, más allá de las propiedades del snack, lo importante es su función inclusiva con el animal, convirtiéndolo en un miembro más de la familia, más peludo pero con costumbres cada vez más humanas, como tomar un helado después de comer.

También es posible salir a dar un paseo por la tarde con el perro y darle un capricho que rompe los esquemas de supervivencia que tuvo este animal descendiente de los lobos y convertido ahora en un compañero que imita al ser humano.

«El perro, muchas veces, es más humano que el humano, el perro nunca se enoja, el perro siempre agradece, siempre está feliz, ¿por qué no retribuirle un poco por todo lo que te da?», argumenta la experta.

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