El inicio de la primavera y la continuación del verano «oficializan» el regreso de las altas temperaturas. La demanda de energía eléctrica crecerá como ocurre en esta época y desde la ANDE reconocen que nuevamente los usuarios sufrirán los cortes de luz.
Entre la primavera y verano se aguardan series de olas de calor en gran parte del país. Este fenómeno se produce cuando en el mismo día la máxima supera los 36 grados y la mínima los 24, de acuerdo al parámetro que corresponde a Asunción, explicó a ÚH el jefe del departamento de Pronóstico de la Dirección de Meteorología, Víctor Álvarez.
Entre octubre de este año y febrero del 2017 se experimentarán los días más calurosos, incluso se prevén extremas superiores a los experimentados en el verano pasado.
El «plan verano» de la empresa estatal incluye obras complementarias para contrarrestar los efectos del calor como el refuerzo en líneas de 23.000 voltios y obras para aumentar la potencia de las subestaciones.
También se cuentan con las estaciones en construcción en los barrios Molino, Trinidad y otra en Mariano Roque Alonso. Aun así «no son condiciones óptimas», ya que urge la construcción de más subestaciones, pero mientras se refuerza el sistema con transformadores adicionales, informó en Monumental AM el asesor técnico de la ANDE, Luis Alberto Villordo.
Explicó que además de los pronósticos de calor el crecimiento de la demanda también pone a prueba el servicio. Con relación al año pasado creció en un 14,2%, de 2. 917 megavatios pasarán a 3.337 en este verano, de acuerdo a las estimaciones de la empresa estatal.
Los atrasos de entre 10 a 15 años en inversión de infraestructura es uno de los convenientes principales.
La negativa de los pobladores para la construcción de subestaciones por temor a los riesgos en la salud se suma a la preocupación de las autoridades. Al respecto, Villordo mencionó que las radiaciones electromagnéticas están incluso por debajo de los parámetros que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que por tanto no representa un peligro para los vecinos.
Mediante una medida cautelar se consiguió ejecutar los trabajos en el barrio Molino, mientras que en Mburucuyá los pobladores acudieron al mismo recurso para paralizar las obras, a pesar de tener permiso de la Municipalidad de Asunción y la Secretaría del Ambiente (Seam).
Fuente: Ultima Hora