Los asaltos violentos perpetrados por motochorros agobian a la Policía. En la mayoría de los casos, el botín es un teléfono. Para disminuir la demanda, las comisarías deben enviar denuncias a una sola sede.
Una base de datos de la Policía que se pretende implementar como procedimiento para cercar el mercado negro de celulares robados por motochorros comenzará a ser utilizada y se compartirá con las telefonías. El objetivo es sacar de circulación el botín que últimamente ha costado vidas y desincentivar la demanda de celulares robados. La información de los hechos punibles deben facilitar las comisarías de todo el país y será destinada a la base del Departamento contra Delitos Económicos y Financieros.
Una base de datos positiva y otra negativa, en esto consiste el plan. La base de datos positiva relaciona el equipo con su propietario (IMEI, nombres, apellidos, dirección, teléfono de contacto, documento de identificación). La base de datos negativa contiene el listado de los IMEI de los celulares que han sido reportados como hurtados o extraviados tanto en Paraguay como en el exterior, y por lo tanto deben ser deshabilitados en las redes de telefonía móvil.
«Los asaltos en los últimos tiempos han sido muy violentos. Por un celular, los delincuentes llegan a matar», señaló el subcomisario Diosnel Alarcón, del Departamento contra Delitos Económicos y Financieros.
Tanto la base de datos positiva como negativa permiten a los operadores móviles saber cuáles son los equipos que pueden acceder a sus servicios y cuáles no. Cuando un usuario es víctima de un robo y lo denuncia a través del Departamento contra Delitos Económicos y Financieros, este queda registrado en la base de datos negativa. En consecuencia, nadie más podrá realizar ni recibir llamadas en este aparato, incluso si cambia de SIM Card. Todos los operadores de servicios móviles consultarán las listas negativas cada vez que un equipo se active. Cuando se procesa a ese paso o se use por primera vez un teléfono celular, este deberá registrarse en la base positiva, con la información de su propietario, para que pueda funcionar.
«Sabemos que muchos locales reciben teléfonos robados y los vuelven a vender. Nosotros no podemos hacer mucho si es que no hay un registro de todos los aparatos que circulan. Si no se denuncia, es difícil ir a buscar en las galerías, en donde sabemos que existen productos derivados de un hecho punible», comentó el agente policial.
Apeló a la ciudadanía a no comprar teléfonos de dudosa procedencia y recordó que la adquisición de un aparato robado es un hecho punible y que puede ser objeto de imputación por reducción. «Un teléfono celular puede estar manchado de sangre. Detrás de un aparato pudo haberse perdido una vida», refirió.
Se pretende desalentar además el contrabando, reducir el hecho punible, incluso el de homicidios y reducir la vulnerabilidad del mercado.
Fuente: ABC Color