El Dr. Manuel Fresco, director del Centro de Control de Adicciones del Ministerio de Salud, sostiene que los delincuentes que consumen drogas no deben ser beneficiados con el factor intoxicación como atenuante para cumplir sus castigos.
El especialista dijo a ABC Cardinal que aquel que comete un hecho punible puede estar o no bajo los efectos de una sustancia, pero en caso de que sí lo esté, esto no le impide ser consciente de lo que hace. “El estado de intoxicación se usa como pretexto para ser dejado en libertad”, lamentó.
Expuso que el hecho de que una persona sea usuaria o dependiente de drogas no le libera de la responsabilidad de su comportamiento delictivo y, sobre este punto, resaltó que es un tema de bastante cuidado, pues los abogados suelen recurrir el pretexto de que son personas enfermas y así conseguir atenuantes a las sanciones.
“La marihuana y cocaína son sustancia psicotrópicas, ambas son elementos químicos y producen efectos distintos. La cocaína, ‘chespi’ o cocaína fumable son altamente estimulantes, le saca el sueño al usuario, el hambre, y está en permanente estado de excitación, pero no es alucinógena. La marihuana tiene un efecto tranquilizador (…) Ahora, la persona intoxicada con cualquiera de estas sustancias no es una persona que no sabe lo que hace”, sostiene.
Para simplificar las cosas, hizo un paralelismo con el consumo de bebidas alcohólicas. En casos de accidentes o infracciones, el nivel de alcohol en la sangre determina el grado de reprochabilidad de la persona, que puede ir desde falta administrativa hasta delito; sin embargo, el “estar intoxicada” con alguna droga es un beneficio, un atenuante para su conducta.
A su criterio, la cuestión de que una persona adicta sea calificada como “enferma” es un tema aún no resuelto. “El consumo de drogas para el que cometió un delito no tiene por qué reducirle el castigo. Hay que ver caso por caso, pero de ninguna manera una persona que tiene una vida delictiva no se le puede adjudicar solamente ser usuario de drogas y soltarla para hacer tratamiento ambulatorio. Hay que pensar en un dispositivo que dé cuenta de esta figura doble: delincuente y usuario de droga”, puntualizó.