Por esta misma época, el año pasado, el número de compatriotas presos en distintas prisiones del mundo sumaba un total de 2.753, según la Dirección de Atención de Comunidades Paraguayas en el Extranjero (Dacpe), dependiente del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Al cierre del 2016, esa cifra aumentó a 4.041 connacionales, lo que significan 1.288 más que en 2015.
Se trata de personas que por diversos motivos caen en las redes criminales y que se encuentran detenidos o condenados en el extranjero. Del total general, se estima que más del 70 por ciento se encuentra en esta situación debido a delitos vinculados con tráfico de drogas. El resto, por diversos hechos punibles como robo, asesinato, violencia intrafamiliar, etc.
La institución dependiente de la Cancillería Nacional, estima, sin embargo, que el número real se aproximaría a los 4.500 debido a que existen connacionales que no solicitan la asistencia consular, o cuyos casos simplemente no son informados a los consulados o embajada o se encuentran aún en etapa investigativa.
Los censados son 4041. De ellos, 3.813 se hallan en el continente americano; 183, en Europa; 32, en Asia y 13, en África.
La Dacpe indica que conforme a la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares y a las Reglas Mínimas de Tratamiento de los Reclusos, de la Organización de las Naciones Unidas, y otros tratados internacionales, los compatriotas son asistidos para que se respeten sus derechos a la defensa y al debido proceso, entre otros.
la mayor parte de los detenidos y condenadas se encuentran en la Argentina, país donde la colectividad paraguaya supera el millón de personas. Le siguen España, Brasil y otros diversos países.
La asistencia se inicia con la apertura de un expediente en las oficinas de la institución, una vez que reciben el dato de parte de los consulados y embajadas.
El acompañamiento al compatriota se encamina a través de las representaciones consulares y diplomáticas y el seguimiento de los casos, a través de la colaboración interinstitucional.
Cuando no se cuenta con representación diplomática en el país donde se encuentra el compatriota, se recurre a consulados y embajadas de países del Mercosur, principalmente, como se procedió en el caso de las dos mujeres inicialmente condenadas a muerte por narcotráfico en China. Se trata de Rosalía Amarilla en Beijing; y Eulalia Duarte, en Shanghái.
Como Paraguay no mantiene relaciones diplomáticas con el país asiático, las gestiones a favor de las dos mujeres se realizan a través del consulado argentino en la capital china.
Por otra parte, la Dirección de Asuntos Legales de la Cancillería, se encuentra en tratativas con países como Turquía, Sudáfrica, Portugal, República Dominicana, Egipto y Qatar para suscribir acuerdos sobre traslado de personas condenadas, que permite que un paisano, una vez condenado en estos países, pueda ser traído a cumplir la pena en cárceles paraguayas.