Vendedores de juguetes están preocupados por reubicación

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A la Asociación de Muebleros del Caaguazú le preocupa el proyecto de duplicación de la Ruta 7 “José Gaspar Rodríguez de Francia”, ya que los vendedores ofrecen sus tradicionales juguetes de madera a la vera del asfalto. Con el inicio de las obras deben abandonar el lugar, que algunos ocupan desde hace 30 años, pero no existe una propuesta clara de reubicación.

Los miembros de la asociación se mostraron preocupados por el anuncio de la obra, ya que exhiben sus productos en las casillas montadas al costado de la ruta, sobre el tramo de un kilómetro que cruza el casco urbano de esta ciudad.

Pronto deberían abandonar el lugar y hasta el momento no recibieron una propuesta clara de reubicación del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC).

“Ya nos notificaron, y no sabemos qué hacer. Trabajamos de sol a sol, y muchas personas se están beneficiando con esta labor; desde carpinteros, los aserraderos y los propios vendedores que estamos cerca de la ruta. Muchas familias se verán afectadas si nos sacan nuestro trabajo”, aseveró la vendedora Hermelinda González de Sánchez.

La zona ocupada por los comerciantes fue habilitada en la década del 80, y con el correr del tiempo se convirtió en una feria tradicional y característica de la cuidad de Caaguazú.

Actualmente, hay unas 25 casillas donde se comercializan sillas, juguetes de madera, mesas y todo tipo de muebles, que son ofertados a los viajantes que transitan por la Ruta 7 “Dr. Gaspar Rodríguez de Francia”.

Hermelinda dijo que se les informó de una reubicación a las afueras de la ciudad en la zona denominada Toro Blanco. Pero sostuvo que se trata de un lugar pequeño.

Tampoco saben cómo van a financiar la construcción de las nuevas casillas y el traslado de todas sus mercaderías.

Responsables de la Asociación de Muebleros local calculan que directa e indirectamente la cadena de producción le da trabajo a más de 6.000 personas.

Los carpinteros realizan el ensamblado de los productos, y en el caso de los juguetes de madera, son los propios vendedores quienes los pintan de llamativos colores para generar mayor interés en los niños, relató González.

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