Con un acto oficial en la fábrica Neualco, de Caaguazú, arrancó ayer la zafra nacional alcoholera. Hubo felicitaciones entre autoridades nacionales, productores y empresarios por el nivel de producción y precios alcanzados y que benefició a los cañeros.
Carlos Morínigo, presidente de la empresa alcoholera Neualco, pidió de entrada un fuerte aplauso para los trabajadores de la planta a quienes atribuyó el principal protagonismo para la producción de la industria, como también a los cañicultores.
En medio de sollozos por la emoción, agradeció la posibilidad de llegar a esta tierra bendita con su familia y haber alcanzado logros con honestidad, sacrificio y trabajo.
Agradeció la ayuda recibida por otros empresarios e inversores con quienes lograron integrar el sistema productivo para producir alcohol, tener la planta de mezcla de combustible, ser competitivos y llegar con precio más justo y mejores condiciones de comercialización con los productores que representan el eslabón más débil.
Por su parte, el ministro de Industria y Comercio, Gustavo Leite, resaltó la emoción que sintió Morínigo por los logros alcanzados.
“La primera lección que sacar es que tenemos que emocionarnos. Si no, para qué vivimos”, recalcó.
Afirmó que la otra lección es que se demuestra que en forma conjunta se puede llegar a resultados positivos en la industria y que beneficie a todos. Recordó que el ministerio solo hizo su parte de impulsar políticas públicas que terminaron en el aumento de la demanda y la venta del alcohol, que llegó a faltar.