Es común que algunos habitantes urbanos consideren que las huertas están relegadas solo al campo. Sin embargo, la huerta urbana ecológica es una opción para economizar en favor del medioambiente y la salud familiar.
Cultivar, sembrar y cosechar son siempre sinónimos del interior del país, puesto que la mayoría de las actividades agrarias se realizan en sitios alejados de la ciudad. Inclusive en algún tiempo atrás, antes de la aparición de las almacenes, la mayoría de las familias campesinas paraguayas se autoabastecían con sus propias huertas; de las cuales extraían legumbres, hortalizas y frutas para alimentarse diariamente.
Hoy día varios especialistas en agricultura y nutrición insisten en la posibilidad de mantener la tradición de tener huertas familiares por varios beneficios y no solo a las del campo, sino a las que se encuentran en plena capital y lugares urbanos.
Según datos proporcionados por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura en Paraguay ( FAO por sus siglas en inglés), la agricultura urbana es practicada por 800 millones de personas en todo el mundo y ayuda a los residentes urbanos de bajos ingresos a ahorrar dinero en la compra de alimentos.
¿QUÉ SON LAS HUERTAS URBANAS?
El ingeniero Fernando Díaz, de ABC Rural, definió la huerta urbana como aquella que se encuentra ubicada en el patio, jardín, balcón u otro espacio de unas viviendas metropolitanas. Esto contribuye a la reutilización de neumáticos y recipientes de plástico, para el cultivo hortalizas y otras plantas.
Al hablar de ecológicas, nos referimos a las huertas en las que se cultiva sin el uso de productos químicos; en remplazo se utilizan abonos naturales como cascarilla de arroz, de coco, gallinaza; además preparados naturales a base de ajo, cebolla, hojas de paraíso, manzanilla y otros para pulverizar y prevenir el ataque sobre todo de plagas.
TERAPIA PARA MAYORES Y SENSIBILIZACIÓN EN LOS JÓVENES
Varias son las ventajas que ofrece la realización de una huerta en el hogar o departamento en favor de la salud, el ambiente y la economía:
La licenciada Rosalba Canela, jefa del Departamento de Promoción Nutricional del Instituto Nacional de Alimentación y Nutrición (INAN), aseguró que el principal beneficio de montar una huerta ecológica es tener los alimentos frescos sin químicos además de lo accesibles que constituyen hortalizas producidas en la casa.
El INAN impulsa esta modalidad principalmente en las escuelas con el apoyo del Ministerio de Agricultura y Ganadería para que los niños desde pequeños aprendan a conocer las propiedades de los alimentos, las formas, los procesos e incentivar el consumo de hortalizas en la familia.
Por su parte, el Ingeniero Díaz dijo que además de contar con alimentos frescos y saludables al alcance de la familia y ahorrar dinero al evitar comprar aquellas que se cultiven, tienen efectos positivos en cada generación. “Además pueden tenerse plantas aromáticas y medicinales como perejil, orégano, menta, y burrito. Hay que tener presente que esta actividad es considerada una terapia para las personas mayores; una forma de sensibilizar a los niños y jóvenes en el cuidado de las plantas, del suelo, del agua y especies de aves, entre otras”, añadió.
Según la FAO con la implementación de varios programas realizados en conjunto con otras organizaciones similares, han logrado demostrar la manera en que la horticultura contribuye en fortalecer la seguridad alimentaria y nutrición de los sectores más pobres de las poblaciones urbanas.
También estos hábitos ayudan a fomentar ciudades más verdes que colaboran con el equilibrio del ambiente, señala esta organización.
¿ES COSTOSA?
Según el ingeniero Díaz, es una actividad que planteada como alternativa familiar es poco costosa. Se necesita nada más que un espacio de terreno donde cultivar o bien utilizar envases o bolsas de plástico, de tetrapack, cajones de madera, neumáticos desechados y otros, incluso el papel.
Se requiere de una pala, un rastrillo y azada en caso de trabajar en terreno o solo de herramientas manuales de jardín si se cultiva en recipientes. “Lo importante es contar e invertir en semillas de alto poder germinativo, provenientes de casas reconocidas”, recalcó.
CUIDADOS QUE REQUIERE UNA HUERTA URBANA
Los cuidados son los básicos: mantener los cultivos bajo media sombra, siempre evitar el sol excesivo al igual que la completa sombra. Es esencial regar con agua limpia, extraer las malezas que puedan aparecer, evitar la presencia de hormigas y otros insectos, eliminar las hojas y plantas enfermas. Tratar de que animales domésticos no accedan a la huerta, para lo cual conviene cercarla o si son recipientes, ubicarlos por sobre el suelo (cama alta).
Lo importante es visitar cada día la huerta; remover ligeramente la tierra para favorecer la aireación y la llegada del agua a zonas más profundas. Además es recomendable llevar en un cuaderno el registro de todas las tareas que se realicen a fin de facilitar la toma de mejores decisiones al momento de sembrar. En cuanto a preparados naturales existen “recetas” disponibles en la Internet, como en otros emprendimientos. “La experiencia que cada quien logre, es muy importante para mejorar y finalmente obtener mejores cosechas”, concluyó el ingeniero Fernando Díaz de ABC Rural.
UN CURSO SOBRE HUERTAS
La FAO realiza un curso virtual denominado “Agricultura Urbana y Periurbana como herramienta para la seguridad alimentaria y el desarrollo municipal”. La duración es de 12 semanas y está dirigido a funcionarios municipales, docentes, agrónomos, técnicos agrícolas e investigadores, relacionados a la seguridad alimentaria, la educación, desarrollo local y gestión urbana. Las inscripciones están abiertas hasta el 30 de julio.
El curso tiene un costo y solo quedan cerca de 50 vacantes. Más informaciones en la página web de FAO PY.
CUESTIÓN DE VOLUNTAD
Este hábito es realizado principalmente en las escuelas, gracias a docentes y autoridades educativas que se han autogestionado para lograr que los alumnos tomen conciencia del proceso por el que atraviesa un alimento antes de llegar a sus manos. También a reutilizar envases en favor del medioambiente.
La implementación de este hábito de producir hortalizas o frutas solo requiere de voluntad y ganas de probar un conocimiento al alcance de todos, que si bien requiere de una pequeña inversión y el cuidado constante, tiene múltiples beneficios ya expuestos.