Por Mirtha González Schinini, ABC Color
Vine dispuesta a descubrir este ícono de la ciudad con la advertencia de que no se trata de un armaje de hierro y nada más, es su simbología de libertad, su historia, su carga emotiva.
Hace frío en París, el viento helado te saca lágrimas, nada más caminar por Trocadero, hasta el Palacio de Chaillot, sobre la colina del mismo nombre, una moderna edificación de 1937. Aquí están museos del Cine, del Hombre, la Marina y un teatro desde donde se hacen magníficas fotos de la Torre Eiffel.
En la explanada ya empiezo a ver la Torre de Babel, porque hay gente de todo el mundo con un solo objetivo: tomarse una foto con la torre Eiffel, ya que desde su terraza la vista es inmejorable. Una jovencita me hace un reportaje acerca del uso del celular, y ha escogido el lugar perfecto, ya que japoneses, americanos, ingleses, y del oriente caminan, se toman la foto del recuerdo con sus teléfonos. Hay que llevar zapatos cómodos, de preferencia championes, y con buena onda tomarle fotos a las parejas y personas que vienen aquí con la intención de eternizar su visita.
La Exposición universal de París, el 31 de marzo de 1889, celebró el centenario de la Revolución francesa, fue el momento oportuno de inaugurar la torre Eiffel, ante la protesta de muchos entendidos en materia de arte, que decían que era “fea y monstruosa”. La torre de acero se edificó en el Campo de Marte de París, lo que inmortalizó a su constructor el ingeniero y arquitecto Alexandre Gustave Eiffel. A principios del siglo XX, con la llegada de las guerras mundiales, las autoridades encontraron su utilidad como antena de radiodifusión. Actualmente, y gracias al auge de París como destino turístico internacional, la Torre Eiffel es el monumento más admirado del mundo ya que contabiliza más de 7 millones de visitantes anuales.
Te recomiendo que la visites de día y también de noche, si estas en buena forma física subirás con gallardía sus más de 1700 escalones, pero si prefieres el ascensor, la sensación escalofriante será la misma. Con vértigo, estarás calmo y asombrado. El primer piso, a 57 metros, cuenta con piso de vidrio para aumentar la sensación, al borde del abismo. La torre cuenta con restaurantes en las dos primeras alturas y un bar de champán en lo más alto. Mide 300 metros pero fue prolongada más tarde con una antena a 324 metros, es la estructura más alta de París fue la estructura más elevada del mundo durante 41 años. Desde ella la vista de la ciudad es impresionante.
A las 21:00 la Torre Eiffel te emociona con un show de luces durante 5 minutos. Refieren que aquí hay 20.000 focos divididos en sus cuatro lados. Junto al río Sena no se puede sino agradecer los ojos que Dios nos dio para ver esta maravilla, que sola o en pareja te hace latir de prisa el corazón.