Momentos antes del inicio de la sesión ordinaria de este miércoles 30, se llevó a cabo la entrega de la Orden Nacional al Mérito Comuneros al Padre Luis María Otazua Guarrochena, por su invaluable aporte en lo material y espiritual a favor de los habitantes de la ciudad de Caaguazú.
La nominación fue formulada por el diputado Miguel Ángel Del Puerto (ANR-Caaguazú), argumentando los más de 50 años de trabajo apostólico y educativo en esa zona del país.
El legislador proyectista agradeció a la comitiva caaguaceña que acompañó al homenajeado. “Esta es la más alta distinción que otorga la Cámara de Diputados a aquellos que marcan un antes y un después, y en esta ocasión, lo hacemos por el invalorable aporte espiritual y en el aspecto social, de manos del querido Pa´i Luis. Estos aportes servirán de ejemplo a los jóvenes caaguaceños que serán mejores personas cada día”, señaló.
Asimismo, la diputada Esmérita Sánchez (PLRA-Caaguazú), dijo que el Padre Luis es una persona muy querida, y tanto el reconocimiento que se le hizo en el Municipio de Caaguazú, como en la Cámara de Diputados, quizás no sean suficientes para todo lo que él ha hecho por los ciudadanos del quinto departamento. La congresista hizo mención igualmente a la dicha que tuvo con el homenajeado, recordando que bendijo su boda años atrás.
A su turno, el Padre Luis María Otazua, agradeció por tan alta distinción, sin embargo, destacó que los logros no se los atribuye solamente a su persona. “Estoy acostumbrado a utilizar el pronombre nosotros, porque uno, no puede hacer todo lo que se ha hecho en Caaguazú. Luis María no iba a poder hacerlos sin el aporte de la ciudadanía. Durante estos 57 años, han pasado varios sacerdotes, y todos han dado aportes significativos a Caaguazú. Este logro es de todos ustedes”, refirió el condecorado.
Añadió que “no hemos hecho más que cumplir el compromiso con la ciudadanía. Gracias jo´a jo´a, y esta distinción se lo lleva la población caaguaceña que tanto ha luchado por las mejoras de la comunidad”.
Nacido en el pueblo vasco de Errigoiti, España, el 4 de setiembre de 1935, el Padre Luis, inició sus estudios teológicos en el Seminario Metropolitano en nuestro país en los años 1958, 1959 y 1960.
Su proficua labor transformadora inicia apenas tres meses después de radicarse en el país, enfocándose en la formación de los jóvenes, apostando a la educación, con la construcción del Colegio Inmaculada Concepción que empezó a funcionar en el año 1961. Además, se destaca la moderna construcción de la Iglesia Inmaculada Concepción con un oratorio en la compañía “Potrero Guayaki”.
Otro de los grandes aportes del sacerdote, es el realizado en la compañía “Toro Blanco”, donde se habilitó el hogar de ancianos Santa Clara de Asís, una moderna y amplia construcción con todas las comodidades que acoge a las personas de la tercera edad.
Los pobladores del quinto departamento lo consideran como el “arquitecto para la transformación de la sociedad y maestro de varias generaciones de jóvenes”.
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