Oruro, Bolivia | AFP
El carnaval de Oruro, patrimonio intangible de la Unesco y la mayor fiesta folclórica y religiosa de Bolivia, arrancó este sábado con el recuerdo de las 17 muertes y alrededor de 8.200 familias damnificadas que la temporada de lluvias se ha cobrado en el país desde noviembre.
El propio presidente boliviano, Evo Morales, dijo en Twitter que “lamentablemente, por efecto del cambio climático, este Carnaval ha llegado con desastres, con pérdidas humanas y materiales”.
Cerca de 25.000 danzarines participan desde la mañana del sábado hasta la madrugada del domingo en un recorrido de unos cuatro kilómetros por calles y avenidas con bailes tradicionales, en un festival en honor a la católica Virgen del Socavón, patrona de la ciudad de Oruro, de histórica vocación minera.
La Unesco declaró en 2001 Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad y es la mayor festividad del país sudamericano.
La festejos comenzaron con una procesión encabezada por el nuncio de Bolivia, monseñor Angelo Accatino, el obispo de Oruro Cristóbal Bialasik, la ministra Alanoca y el gobernador de la región, Víctor Hugo Vásquez.
Bialasik recordó que “hay muchas personas que sufren por los desastres naturales” y que “esta es una peregrinación de fe” que no debe olvidar el sufrimiento ajeno.
«La Diablada»
La danza de “La Diablada”, una de las más tradicionales, abrió la exhibición que congrega a unos 400.000 espectadores nacionales y extranjeros, según informe previo de la ministra de Cultura, Wilma Alanoca.
Bailarines, vistiendo pecheras y faldones con decorados multicolores, con caretas de demonios y cuernos sobredimensionados, escenifican la lucha entre las fuerzas del bien y el mal. A la cabeza de hileras de danzantes está la figura del arcángel Miguel, que tiene el fin de someter a los “demonios” a los pies de la imagen de la virgen católica, donde termina todo el baile.
Luego siguen grupos que representan la historia del país, desde tiempos precolombinos, como “Los Incas”, o la que recuerda la esclavitud durante la colonia española, como “La Morenada”. Después están los “Llameros”, que recuerdan la crianza de este típico auquénido andino y después continúan otros bailes.
El viceministerio de Defensa Civil precisó que de noviembre a la fecha hay en el país 8.224 familias afectadas por los temporales, mientras que el gobierno señaló que la cifra de fallecidos subió a 17, mientras aún se busca a dos desaparecidos en el poblado de Tiquipaya, en el centro del país.