Un hombre humilde y trabajador tuvo que vender todo lo que tenía para salvar la vida de su esposa que estuvo internada 22 días en el área de Terapia Intensiva del Hospital Regional de Coronel Oviedo, Departamento de Caaguazú.
En medio de la necesidad y la desesperación, don Ricardo Varela se vio obligado a vender sus pertenencias para que no falten los medicamentos recetados a su esposa con Covid-19, internada en el Hospital Regional de Coronel Oviedo, en Caaguazú.
Su esposa, de 42 años, estuvo internada en Terapia Intensiva del centro asistencial por 22 días. Finalmente, la mujer falleció, dejando un profundo dolor en la familia.
El hombre, que vive en la compañía Kanga’i, es guardia de seguridad y en su tiempo libre se dedica a la agricultura de consumo familiar.
La peor experiencia de su vida le toco vivir durante los días en que su esposa tuvo que ser internada a raíz de un cuadro de coronavirus. Jamás pensó que la realidad fuera totalmente distinta a lo pintado por las autoridades de Salud Pública.
“Tuve que comprar todo, ni aspirina tenía el hospital”, lamentó don Ricardo, aún preso por el dolor de perder a su esposa y madre de sus dos hijas. Sin la ayuda de sus vecinos, amigos y conocidos no hubiera podido cubrir los costos de cada medicación recetada, que diariamente rondaba los G. 3 millones.
Cada pedido de medicamento significaba una esperanza de que el ser querido pueda vencer la enfermedad. Más de G. 60 millones en compra de medicamentos es el balance final de una dura historia, con final trágico.
En su momento, el doctor Édgar Giménez habló sobre el gasto de una familia para costear y sobrellevar lo que implica tener acceso a la salud en el Paraguay. Indicó que son al menos 40.000 familias las que entran en gastos catastróficos para sostener medicamentos o internación.
Recientemente, se dio el caso de una familia que gastó G. 42 millones en medicamentos e insumos hospitalarios por un allegado con Covid-19 en un hospital público. De los 29 días, 14 de ellos estuvo internado en Terapia Intensiva.
Hace pocos días se volvió viral el desesperado pedido de medicación por parte de un humilde taxista para su hermano internado por Covid-19 en Villarrica. Finalmente, Salud Pública proveyó los insumos para el tratamiento del paciente.