Toda la frustración que experimentan los profesionales de salud también tiene como ingrediente la espera por las vacunas para protegerse ya que las que recibió el país están destinadas a una ínfima cantidad de trabajadores de salud.
Las jornadas de servicio en los hospitales dependientes del sector público se desarrollan muchas veces “de manos atadas”, afirmó la Doctora Elena Candia, presidenta de la Sociedad Paraguaya de Pediatría en contacto con radio UNO.
La profesional señaló que la falta de insumos y medicamentos es realmente una situación desgastante y frustrante para los profesionales de salud. “Muchas veces escapa de nuestras manos poder brindar lo mejor a nuestros pacientes y al final queda en manos de ellos acceder o no a un tratamiento óptimo”, manifestó.
“Hay un desgaste físico y psicológico con todo y tenemos cinco colegas en terapia intensiva y también enfermeras”, recordó.
Toda la frustración también tiene como ingrediente la espera por las vacunas ya que las que recibió el país están destinadas a una ínfima cantidad de profesionales. «La vacuna es el único camino para poder poner fin a esta pandemia», señaló.
Con respecto al proceso de compra y distribución de las dosis, Candia afirmó que se ve bastante dificultoso el proceso y se siente en carne propia por parte de los que deben seguir esperando debido a que no se encuentran en el grupo prioritario pero no por eso dejan de correr peligro en los hospitales.
“Seguimos esperando y protegiéndonos porque no tenemos alternativa”, agregó.
Candia mencionó la situación del sistema sanitario que se encuentra seriamente comprometido con los más de 1.000 casos diarios, hospitales llenos y las terapias intensivas a tope además del hartazgo de la gente de seguir con las medidas de protección.
“Los hospitales están llenos y no se puede acceder a un servicio complejo como la terapia intensiva y muchos quedarán sin acceder y eso conlleva a un aumento de la mortalidad por COVID-19 y las no relacionadas”, indicó.
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