Los relojes en Paraguay deberán atrasarse 60 minutos el próximo domingo 28 de marzo,
con lo que se ingresará al horario de invierno. En 2020, desde Diputados se había
planteado eliminar las periódicas modificaciones de la hora oficial -que se realizan dos
veces al año- y mantener invariable el horario de verano; sin embargo, la iniciativa no tuvo
el apoyo del Senado.
A las 00:00 del domingo 28 de marzo, los relojes deberán volver a las 23:00 del sábado 27, de acuerdo al Decreto Nº 1.264/2014, que establece que este atraso de una hora se lleve a cabo el cuarto domingo del mes de marzo.
La medida obedece a una recomendación de la ANDE que señala que las líneas de transmisión que transportan la energía eléctrica a los centros de consumo podrían alcanzar en el horario de punta de carga del Sistema Interconectado Nacional niveles de carga superiores a las recomendaciones técnicas para las que fueron diseñadas.
Además, según el estudio de los técnicos de la estatal, es muy importante que el consumo de energía eléctrica que corresponde a la actividad comercial finalice en la medida de lo posible cuando culmina la luz solar. Así, se ayudaría a que el componente de la carga comercial no se sume al aumento de demanda que existe por la noche en las residencias, pues es el horario en el que los trabajadores llegan de su jornada y comienzan a hacer uso de diferentes dispositivos eléctricos.
Próximo cambio, en octubre
Tras el atraso de 60 minutos de los relojes que se hará el próximo 28 de marzo, la siguiente modificación, de acuerdo al Decreto Nº 1.264, será el primer domingo del mes de octubre, cuando el cambio se hará en sentido contrario; es decir, la hora oficial se adelantará 60 minutos.
El año pasado, en Diputados surgió una propuesta legislativa de adoptar el horario de verano (GMT-3, tres horas antes del ‘Greenwich Mean Time’ o Hora del Meridiano de Greenwich) como el horario oficial y de manera invariable. La iniciativa fue aprobada en la Cámara Baja pero finalmente no tuvo el apoyo del Senado, que la rechazó debido a cuestiones de seguridad y eventual sobrecarga del sistema eléctrico, entre otros argumentos
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