La Unión Europea no puede dar marcha a su regreso a la normalidad en razón de la creciente de la variante Delta de la covid-19, que se sigue presentando en diversas formas.
Si bien ya se inmunizaron 200 millones de personas adultas, la nueva modalidad de la enfermedad crece y retrasa la recuperación económica.
La cifra de vacunados equivale al 55% de adultos, quedando sólo un 15% pendiente para completar el 70% que se planteó la UE para el verano boreal.
La variante Delta fue identificada en la India y se dispersó a varios países del viejo continente, situación que ralentiza la vuelta a la normalidad en las actividades y el nuevo florecer económico.
A pesar de eso, la titular del Banco Central Europeo Christine Lagarde aseguró que el nivel de recuperación económica va por buen camino, pero la pandemia sigue constituyéndose en una grave amenaza constante.
Reino Unido se vio forzado a imponer nuevos mecanismos de aislamiento, para evitar la expansión de la pandemia. Allí, sus habitantes ahora deben someterse al arbitro del encierro por diez días.
El impacto se vio en los principales comercios que movilizan la economía como los supermercados, restaurantes y las líneas de metro urbanos.
Para buscar frenar el avance del Delta, algunos gobiernos impusieron la obligatoriedad de las vacunas, sobre todo para el personal de blanco.
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