La búsqueda de los orígenes del coronavirus SARS-CoV-2, causante del COVID-19, «no consiste en buscar culpables, señalar con el dedo o apuntarse victorias políticas», señaló hoy en un comunicado la Organización Mundial de la Salud (OMS) que pide no politizar las actuales investigaciones.
«Pedimos a todos los gobiernos que despoliticen la situación y cooperen para acelerar los estudios sobre los orígenes, con el importante objetivo de desarrollar un marco común para futuros patógenos con potencial pandémico», indicó la organización.
El comunicado se publica entre crecientes presiones de Estados Unidos y China (Washington busca demostrar la teoría de que el coronavirus salió de un laboratorio y Pekín quiere desecharla) y el mismo día en el que el jefe del equipo investigador de la OMS para estos orígenes hizo importantes revelaciones en una entrevista a la prensa danesa.
Peter Embarek, jefe del equipo de la OMS y otras agencias que a principios de 2021 visitó Wuhan para estudiar el origen del coronavirus, señaló en declaraciones publicadas hoy por la televisión danesa TV2 que el COVID-19 pudo comenzar después de que un investigador de un laboratorio de esa ciudad china se infectara con un murciélago.
«La infección de un empleado cuando tomaba muestras es una de las hipótesis probables», señaló Embarek en la entrevista, aunque matizó que la misión de la OMS no pudo encontrar evidencias directas para apoyar esa teoría.
El informe de la primera misión de la OMS en Wuhan, publicado en abril, apuntaba cuatro teorías posibles sobre el origen del COVID-19, aunque señalaba que el origen en un accidente de laboratorio era la menos probable.
Los expertos citaban como la hipótesis más posible que el coronavirus se hubiera originado en la naturaleza y pasara de un animal o varios al ser humano.
La OMS insistió hoy en su comunicado en que la prioridad de sus científicos es continuar sus investigaciones sobre la base de ese primer informe y «acelerar los esfuerzos científicos alrededor de todas las hipótesis».
Afirmó que en siguientes fases de la investigación (que podrían incluir nuevas visitas a Wuhan) es esencial disponer de datos en bruto de los primeros casos de COVID-19 en China, después de que tras la primera pesquisa la OMS criticara a las autoridades chinas por no facilitarlos.
«Buscar los orígenes de un nuevo virus es una tarea inmensamente difícil que requiere tiempo», resumió la OMS, que reconoció que las autoridades chinas se han comunicado con ella para expresar malestar por la politización de la investigación, que consideran fruto de las presiones externas a esa agencia de Naciones Unidas.