Brasil advierte que no está obligado a renegociar Anexo C en 2023

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El director de Itaipú, lado brasileño, manifestó este miércoles que Brasil no está obligado a negociar el Anexo C. Foto: Gentileza.

El director de Itaipú, lado brasileño, João Francisco Ferreira, habló este miércoles de las intenciones de su país en cuanto a la revisión del Anexo C. Advirtió que no hay una obligación de negociar si no se llega a un acuerdo entre ambos países.

El director general brasileño de Itaipú Binacional, general João Francisco Ferreira, ofreció una conferencia de prensa con referencia a los seis meses de su mandato al frente de la central hidroeléctrica y mencionó que el área técnica está realizando estudios para apoyar las negociaciones que se encuentran a nivel diplomático entre Brasil y Paraguay.

Para Ferreira, le revisión del Anexo C no es obligatoria y afirmó que solo se puede cambiar si los dos países están de acuerdo, por lo tanto cree que el proceso durará meses hasta que se llegue a un acuerdo, según el medio brasileño Canal Energía.

“La revisión del Anexo C puede ser a partir de los 50 años y hay un entendimiento generalizado de que esta medida es obligatoria, cuando en realidad no lo es”, remarcó, dejando entrever las intenciones de Brasil para lograr un acuerdo beneficioso para su país.

Asimismo, reconoció que el Anexo C es un tema muy importante, pero que mientras no haya consenso entre las dos partes, los términos siguen siendo los mismos que los firmados y vigentes desde 1973.

“Estamos realizando los estudios considerando diferentes escenarios, hay varias posibilidades. Brasil no llega tarde, pero en el momento adecuado. Consideramos que no es bueno negociar con anticipación, lo ideal será en el año 2023, hasta entonces estaremos construyendo los escenarios, pero en cualquier caso el MRE de ambos países tiene reuniones frecuentes. Pero negociación solo en 2023 ”, aseveró.

El director sostiene que Brasil no empezó a estudiar tarde el tema y afirmó que ya se pueden identificar cuestiones que pueden ayudar en la toma de decisiones.

En ese sentido, habló del avance de nuevas tecnologías, como la autorización para explorar la fuente solar fotovoltaica en los embalses y reducir la dependencia del agua para la generación de energía.

También mencionó la forma de comercialización de la producción actual de Itaipú, que se remunera por la potencia y no por la energía producida, además de considerar la creación de un Departamento de Comercialización de Energía.

Ferreira no quiso confirmar ni adelantar una reducción de la tarifa de la energía con el fin del pago de la deuda de construcción, para no crear expectativas, pero señaló que “la tendencia natural es que la tarifa baje aún más en 2023″.

No obstante, enfatizó que el costo de la energía no es fijo y depende de variables que se puedan incluir en el nuevo convenio en el Anexo «C».

“Es prematuro decir cuánto puede bajar la tarifa a partir de 2023, cuando nuestra deuda será prácticamente nula, ya que hay variables en negociación y el presupuesto que para el próximo año se está ejecutando en este trimestre y deberíamos haberlo aprobado a mediados de diciembre ”, comentó.

“Imaginamos que en negociaciones de esta naturaleza se propondrá lo que será más ventajoso para cada lado. Y luego, si estamos de acuerdo, no conocemos las posiciones. Tenemos un espectro desde la liberación de la venta de la energía de cada uno en el mercado hasta que no pase nada, quedando como está”, finalizó.

Las negociaciones del Anexo C ya estarían a cargo del siguiente gobierno, considerando que la fecha está marcada recién para agosto del 2023.

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