👁‍🗨 | Las 3 clases de trabajadores que hay, según una profesora de Yale: claves para conocer los perfiles antes de contratar

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Amy Wrzesniewski, docente de la universidad ubicada en New Haven, puntualizó junto con otros investigadores los tipos de trabajadores que existen

Hay tres clases de trabajadores, de acuerdo con una profesora de la prestigiosa Universidad Yale. Y es importante que los empleadores sepan distinguir estos perfiles antes de contratar a alguien.

Si bien la frase de que “algunas personas trabajan para vivir y otras viven para trabajar” es conocida popularmente desde hace muchos años, la docente Amy Wrzesniewski y sus colegas le dieron una vuelta de tuerca más a este dicho. En ese sentido aseguraron que-en realidad-no hay dos enfoques para el trabajo y la vida, sino tres.

La autora y líder desde hace mucho tiempo en servicios profesionales universitarios Katharine Brooks planteó que estas orientaciones se relacionan con la actitud hacia el trabajo y no con los títulos obtenidos por los puestos. “Se puede encontrar conserjes que ven su trabajo como una vocación, o un asistente administrativo ambicioso que tiene una mentalidad completamente profesional”, ilustró la también consultora en orientación profesional.

“Se puede encontrar conserjes que ven su trabajo como una vocación, o un asistente administrativo ambicioso que tiene una mentalidad completamente profesional” (Brooks)

Y en esa línea, ejemplificó: “Las profesiones creativas como los escritores a menudo se estereotipan como si tuvieran una vocación, pero puedo decirles por experiencia personal que los escritores profesionales van desde monjes hasta mercenarios”.

Las orientaciones de trabajadores

El portal Inc recogió el detalle de los tres enfoques de trabajo según Wrzesniewski –la profesora de la universidad privada ubicada en New Haven, Connecticut, Estados Unidos- y otros investigadores. A continuación, uno por uno, los distintos perfiles de trabajadores.

Orientación laboral: en primer lugar, se encuentran los que trabajan para vivir. Básicamente forman parte de este universo quienes tienen como objetivo recibir el pago y/o los beneficios para mantener sus pasatiempos, su familia o su vida fuera del trabajo. Buscan tener comida en su mesa y contar con un techo para vivir y prefieren trabajos que no interfieran en su vida personal.

Es probable que no tengan una fuerte conexión con el lugar de trabajo o con sus deberes laborales. En este caso, el empleo sirve como una necesidad básica en la vida; vendría a ser un medio para llegar a un fin.

Orientación de carrera o profesional: de acuerdo con este enfoque, las personas consideran al trabajo como un rumbo que los conduce al éxito, al prestigio y a obtener importantes sumas de dinero.

Este perfil trabaja para ascender y prosperar en su profesión. A su vez, busca recibir aumentos y obtener nuevos títulos. Para aquellos que tienen una orientación profesional, las carreras que tienen una clara “escalera” ascendente resultan atractivas p

Orientación de llamado o vocación: las personas de esta categoría describen -de manera frecuente- a su trabajo como parte integral de sus vidas y su identidad, puntualizó Brooks al desglosar las tres clases en las que uno puede abordar su trabajo. Y en ese eje, añadió: “Ven su carrera como una forma de autoexpresión y realización personal”.

Cabe resaltar que estos perfiles no son necesariamente exclusivos. Es decir, alguien con una orientación de vocación también puede desear obtener un buen sueldo y beneficios.

“La investigación realizada por Wrzesniewski y sus colegas encuentra que las personas con una orientación de vocación tienen más probabilidades de encontrar su trabajo significativo y modificarán sus deberes y desarrollarán relaciones para hacerlo más significativo -especificó la consultora en orientación profesional-. Se encuentran más satisfechos en general con su trabajo y sus vidas”.

Saber el perfil antes de contratar

A nivel individual, precisó Brooks, conocer el perfil de uno puede contribuir a elegir una profesión adecuada. Si se conoce cuál es la orientación laboral, por ejemplo, se puede poner el foco en la búsqueda de satisfacción fuera del empleo remunerado con pasatiempos, actividades comunitarias o familiares. En tanto, quienes tengan una orientación de llamado/vocación deben considerar que, a pesar de realizar un trabajo que les resulta satisfactorio, también implica un riesgo de agotamiento.

En un artículo de Quartz, se hizo hincapié en que no solo es importante conocer la orientación hacia el trabajo de uno mismo; sino también es fundamental conocer la orientación de las personas que uno quiere contratar.

Las empresas y gerentes de contratación “rara vez pueden ser todo para todas las personas”. Algunos “pueden enfatizar el propósito o una cultura de conducción dura sobre el salario y el equilibrio entre el trabajo y la vida personal, lo que no se adaptaría a quienes tienen una orientación laboral”. En cambio, contrastó Quartz, otros lugares de trabajo pueden prometer un empleo significativo o caminos para el avance, pero fallan en entregar cualquiera de los dos en la práctica.

Los problemas se desencadenan cuando las expectativas no explicitadas de un lugar de trabajo para los empleados se diferencian de su orientación real. En resumen, el único inconveniente se da cuando no se toman estas decisiones de manera consciente. Por este motivo, resulta crucial asegurarse de que las expectativas de quien contrata se ajusten con la orientación de los trabajadores.

Fuente: Infobae

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