👁‍🗨 | Buscan resolver el misterio de por qué algunas personas no se contagian de covid

Anticuerpos remanentes de otros tipos de coronavirus, contagios de H1N1 o mutaciones genéticas que brindan inmunidad son algunas de las hipótesis que se estudian para explicar este fenómeno que desconcierta a los científicos.

Desde que comenzó la pandemia, los científicos están trabajando por entender mejor por qué parece haber ciertas personas más resistentes a los contagios por Covid-19 que otras y para resolver este misterio se han adelantado diferentes estudios que aún no arrojan conclusiones absolutas.

Uno de ellos fue conducido por el profesor Christopher Chiu del Imperial College London, en marzo de 2021, el cual constituyó en la primera prueba de desafío de covid-19 del mundo.

Dicha prueba consistió en gotear virus vivo a la nariz de los pacientes y cerrarles las fosas nasales durante varias horas en un esfuerzo deliberado por causar una infección. También se les realizaron otros tipos de frotis nasales y de garganta para buscar un contagio.

Pero los resultados mostraron que de los 34 que estuvieron expuestos al virus, 16 no desarrollaron una infección (definida como dos pruebas de PCR positivas consecutivas), aunque alrededor de la mitad de ellos dieron positivo transitoriamente por niveles bajos del virus, a menudo varios días después de la exposición.

Posiblemente, esto fue un reflejo del sistema inmunitario que cerró rápidamente una infección embrionaria. “En nuestros estudios previos con otros virus, hemos visto respuestas inmunitarias tempranas en la nariz que están asociadas con la resistencia a la infección”, dijo el profesor Chiu.Una micrografía electrónica de transmisión sin fecha de partículas del virus SARS-CoV-2, también conocido como nuevo coronavirus, el virus que causa el COVID-19, aislado de un paciente. REUTERS. MANDATORY CREDIT. THIS IMAGE HAS BEEN SUPPLIED BY A THIRD PARTY./File Photo

“Juntos, estos hallazgos implican que existe una lucha entre el virus y el huésped, que en nuestros participantes ‘no infectados’ da como resultado la prevención del despegue de la infección”, agregó.

Algunos de ellos también informaron algunos síntomas leves, como congestión nasal, dolor de garganta, cansancio o dolor de cabeza, aunque, dado que estos ocurren comúnmente en la vida cotidiana, es posible que no estén relacionados con la exposición al virus.

“De cualquier manera, los niveles del virus no aumentaron lo suficiente como para desencadenar niveles detectables de anticuerpos, células T o factores inflamatorios en la sangre que generalmente se asocian con los síntomas”, dijo Chiu.

Otros estudios también sugieren que es posible deshacerse de Covid durante las primeras etapas de la infección, antes de que se establezca un punto de apoyo adecuado. Por ejemplo, durante la primera ola de la pandemia, el doctor Leo Swadling del University College London y sus colegas monitorearon intensamente a un grupo de trabajadores de la salud que estaban expuestos regularmente a pacientes infectados, pero que nunca dieron positivo ni desarrollaron anticuerpos. Los análisis de sangre revelaron que alrededor del 15% de ellos tenían células T reactivas contra Sars-CoV-2, además de otros marcadores de infección viral.

Posiblemente, las células T de memoria de infecciones anteriores por coronavirus, es decir, las responsables de los resfriados comunes, reaccionaron de forma cruzada con el nuevo coronavirus y las protegieron de covid.

Comprender con qué frecuencia las personas abortan las infecciones incipientes de covid en la era de Omicron es complicado porque requiere pruebas intensivas (para el virus, anticuerpos, células T y otros marcadores de infección) y porque muchas personas han sido vacunadas.Las mutaciones del Covid-19 y las vacunas hacen más complejo identificar si existe una predisposición genética a combatir este virus.

“Es probable que las personas vacunadas estén expuestas al virus y bloqueen la replicación viral y la infección detectable con mayor frecuencia”, dijo Swadling.

Tampoco existe una prueba disponible comercialmente que pueda distinguir entre la inmunidad provocada por la vacunación y las diferentes variantes, por lo que, a menos que una persona haya dado positivo recientemente, es casi imposible saber si ha estado expuesta a Omicron o no.

Pero es posible que los coronavirus estacionales no sean la única fuente de respuestas inmunitarias de protección cruzada. La profesora Cecilia Söderberg-Nauclér, inmunóloga del Instituto Karolinska en Estocolmo, comenzó a investigar esta posibilidad, después de que Suecia evitó verse abrumada por los casos durante la primera ola de la pandemia, a pesar de su enfoque ligero de las restricciones.

El modelo matemático de su colega, Marcus Carlsson de la Universidad de Lund, sugirió que este patrón de infecciones solo podría explicarse si una gran proporción de personas tuviera algún tipo de inmunidad protectora.

Su equipo revisó bases de datos de secuencias de proteínas de virus existentes, en busca de pequeños segmentos (péptidos) parecidos a los del nuevo coronavirus, a los que era probable que se unieran los anticuerpos. Cuando identificaron un péptido de seis aminoácidos en una proteína de la influenza H1N1 que coincidía con una parte crucial de la proteína pico del coronavirus, “casi me caigo de la silla”, dijo Söderberg-Nauclér.

Desde entonces, han descubierto anticuerpos contra este péptido en hasta el 68% de los donantes de sangre de Estocolmo. La investigación, que aún no ha sido revisada por pares, podría sugerir que las respuestas inmunitarias desencadenadas por la influenza H1N1, que fue responsable de la pandemia de gripe porcina de 2009 y 2010 , y posiblemente las cepas posteriores relacionadas, pueden equipar a las personas con una respuesta parcial, aunque no completa, protección contra el Covid-19.

“Proporciona un colchón, pero no te protegerá si una persona infectada tose en tu cara”, dijo Söderberg-Nauclér.

Una pequeña proporción de personas puede incluso ser genéticamente resistente al Covid-19. En octubre, un consorcio internacional de investigadores lanzó una búsqueda global para encontrar algunos de ellos, con la esperanza de identificar genes protectores.

“No estamos buscando variantes genéticas comunes que brinden una protección modesta contra la infección, lo que estamos buscando son variantes genéticas potencialmente muy raras que protejan completamente a alguien contra la infección”, dijo el profesor András Spaan de la Universidad Rockefeller en Nueva York, quien dirige la investigación.Los científicos afirman que si bien hay condiciones que pueden proteger parcialmente a una persona de los contagios en la mayoría de los casos no se llegaría a estar 100% portegidos. REUTERS/Allison Dinner

Están particularmente interesados en las personas que compartieron una casa y una cama con una persona infectada y evitaron la infección. “Por ejemplo, el otro día estaba hablando con una anciana de los Países Bajos, que cuidó a su esposo durante la primera ola. El esposo finalmente ingresó en la UCI, pero ella pasó la semana anterior cuidándolo, compartiendo la misma habitación y sin acceso a máscaras faciales”, dijo Spaan. “No podemos explicar por qué no se infectó”.

Se sabe que existe tal resistencia para otras enfermedades, como el VIH, la malaria y el norovirus . En estos casos, un defecto genético significa que algunas personas carecen de un receptor utilizado por el patógeno para ingresar a las células, por lo que no pueden infectarse. “Bien podría ser que, en algunas personas, haya tal defecto en un receptor utilizado por Sars-CoV-2″, dijo Spaan.

La identificación de tales genes podría conducir al desarrollo de nuevos tratamientos para el Covid-19, de la misma manera que la identificación de defectos del receptor CCR5 en personas resistentes al VIH ha llevado a nuevas formas de tratar el VIH.

Spaan cree que es poco probable que la mayoría de los que han evitado el covid sean genéticamente resistentes, incluso si tienen alguna protección inmunológica parcial. Esto significa que no hay garantía de que eventualmente no se infecten.

Fuente: Infobae

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