Las condiciones climáticas adversas impactaron fuertemente en el potencial productivo de la soja y el maíz a causa del estrés hídrico y altas temperaturas en una etapa clave en campos de Caaguazú. Si bien, las recientes precipitaciones trajeron cierto alivio y beneficios para los cultivos de entrezafra que fueron cultivadas en la quincena de febrero, prevén que se tenga una importante merma en la producción final.
El productor y director comercial de Farmer Green, Gilmar Lorenzi, en conversación con Valor Agrícola sostuvo que los rendimientos de la soja zafriña no superarían los 1.500 kilos por hectárea y que el maíz también tendría una reducción de hasta el 40% en su productividad debido a los embates del clima.
Lorenzi sostuvo que ya se observa un impacto significativo en algunas parcelar que fueron afectadas por la falta de lluvias bajando el potencial del rendimiento por hectárea y que con esos números prácticamente no se cubren los costos de producción.
En ese sentido, mencionó que el costo de producción de soja zafriña fue incrementándose debido a la alta incidencia de enfermedades, en muchos casos alcanzando los USD 500 por hectárea y “transformándolos en los kilos que obtendremos solo da para cubrir los costos de insumos, sin contar los que son los costos de maquinarias o alquileres”, expresó.
En el caso del maíz tempranero, que también demanda una alta inversión, se enfrentó a la falta de precipitaciones y altas temperaturas que se traducen indefectiblemente a un importante quiebre, dejando un margen de ganancia muy pequeño al productor, explicó Lorenzi.
“Hubo áreas que fueron destinadas finalmente para hacer ensilaje, para la alimentación animal ya que no convenia dejar en el campo parcelas que tendrían rindes muy bajos o prácticamente nulos”, subrayó.
El maíz de segunda etapa también estaba en una situación complicada, sin embargo, con las ultimas precipitaciones hay una cierta recuperación, pero, prácticamente en las áreas más afectadas se tendría una reducción de entre el 30 y 40% en materia de productividad”.
El productor no está liquidando aún lo que es la soja zafra debido a la baja de los precios de en el mercado internacional. Esto, sumado a los altos costos de los premios les impide cerrar negocios ya que impacta significativamente en la rentabilidad.
“Tenemos una comercialización bastante lenta que no supera el 40%, el resto sigue en los silos esperando un mejor panorama de mercado”.
Fuente: Valor Agricola
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