Desde tempranas horas, cientos de personas coparon los cementerios, algo tradicional en nuestro país los días 1 y de 2 de noviembre. Hoy se conmemora el Día de Todos los Santos, y mañana, el Día de los Difuntos en el calendario católico.
En el Día de los Difuntos, varios decidieron ir hoy a los cementerios de la ciudad a visitar las tumbas de sus seres queridos. Los más beneficiados fueron los vendedores de flores.
Durante la mañana y tarde de este Jueves, se registró un importante movimiento de personas, para visitar las sepulturas y panteones de sus parientes.
Familias enteras acudieron a los camposantos con sus respectivos elementos de limpieza, flores e incluso sillas plegables. Un equipo de DESDE CAAGUAZÚ visitó varios cementerios esta tarde, y en todos había una importante cantidad de personas visitando las tumbas de sus familiares. En la jornada se realizó una mis amigos en el Curuzu Mayor del Cementerio Centro con la misa ofrecida por el Pa’i Juan de la Iglesia Inmaculada Concepción.
Sin duda, los más beneficiados durante las conmemoraciones son los vendedores de flores y ornamentos religiosos que se hallan apostados en las entradas de los cementerios y el infaltable Tereré que también fueron preparados para mitigar el calor de la tarde.
Además de la tradición de visitar los cementerios, en Paraguay es todavía común ver en algunas comunidades, especialmente del interior del país, las celebraciones vecinales para los niños. En estos encuentros se reparten chipa y golosinas en honor a los familiares fallecidos.
Pese a que el Día de los Difuntos es el 2 de noviembre, el día 1 ya se visita los cementerios, ya que anteriormente, el Día de Todos los Santos era feriado.
El Cementerio Centro, el Cementerio “La Última Morada” y el Cementerio del Barrio San Luis de nuestra ciudad y de todo el país reciben a miles de personas en este jueves. El tránsito fue dirigido por miembros de la Policia municipal de tránsito quienes tuvieron una larga tarea de ordenar el tránsito que se intensificó en horas de la tarde.
Se vuelve una tradición llevar flores a las tumbas, renovar el paño blanco de las cruces, fotos, velas, realizar un poco de limpieza y recordar a los mismos.
“La gente viene a limpiar los espacios donde están enterrados sus familiares. Vienen a rezar, ponen flores o a cambiar el paño de la cruz. Muchos tiene esa costumbre, explico Carmen Flores, quien hace años vende flores frente al Cementerio centro de esta ciudad.
Un guardia del Cementerio centro comentó que también varias personas fueron a ese camposanto. “Es algo normal que más gente aprovechan que el tiempo da debido a las últimas lluvias en nuestra ciudad». Hay mucho movimiento. Están los que vienen temprano. Hacen una oración con una vela encendida y luego se marchan. Otros vienen a pasar prácticamente el día, es decir, llegan a las 10:00 y se retiran a las 18:00. Incluso almuerzan acá. Cada uno tiene su forma de pasar con su ser querido que ya no está”, comentó Carlos Benítez, funcionario municipal.
Por su parte, Óscar Cantero, comentó que fue a visitar la tumba su padre y abuelo, enterrados en el mismo panteón en el Cementerio del Barrio San Luis. “Cada año vengo en Navidad o Año Nuevo y hoy aprovechamos para pedirle a mi papá, que nos dejó hace 12 años, que nos cuide desde arriba todo el año. A veces coincidimos con mis hermanos y nos quedamos una par de horas. De paso limpiamos un poco el sitio. Esta ocasión me tocó venir solo. No quise despertar a mi hija para que me acompañe”, comentó.
Los demás cementerios del país también recibirán a personas que visitan las tumbas de sus seres queridos.
DÍA DE TODOS LOS SANTOS
Esta segunda celebración fue instituida por la Iglesia Católica para honrar a aquellos fieles que se han destacado por su compromiso evangélico y, sin embargo, no figuran en el santoral.
En la liturgia se recuerda a quienes llegaron al altar a través del proceso de canonización y en forma especial a quienes no pasaron por ese trámite pero gozan de la salvación.
Los santos “canonizados” oficialmente por la Iglesia Católica son varios millares, pero existe una inmensa cantidad de no canonizados, que “están gozando de Dios en el cielo”. A ellos está dedicada esta fiesta.