Un operativo internacional llegó a desbaratar una red de tráfico de personas y rescatar a diecisiete compatriotas. Detuvieron a 7 personas en nuestro país y 12 en España, que vivían a costillas de ellas.
La explotación sexual y trata de personas es una forma de esclavitud moderna que afecta a muchas compatriotas que, engañadas, terminaron entregando obligadas su cuerpo en algún burdel de carretera de quien sabe qué región de España o de algún otro país del sur de Europa. Esto quedó demostrado –una vez más– con los resultados del operativo internacional que encabezaron autoridades locales en conjunto con sus pares de España y logró desbaratar una red y se llegó a condenas ejemplares.
Por ese motivo, las agentes fiscales Teresa Martínez y Nathalia Acevedo, en conferencia de prensa, remarcaron la necesidad de tener en cuenta ciertas alertas que hacen al modus operandi de gente que trabaja en este tráfico.
Las captaciones se realizan a través de una agencia de viajes, que en este caso es Bencros, ubicada en Caaguazú, cuyo propietario es el señor Julio Sergio Benítez Cubilla. Desde Ciudad del Este, una pareja, Ignacio Barrios Quiroz y su esposa Cristina Esquivel de Barrios, participaban de la red utilizando el mismo modus operandi.
Las agencias, aparte de promocionar viajes, ofrecían trabajos bien remunerados; de esa manera, cientos de mujeres se acercaban con el sueño de trabajar en Europa.
LOS VERDES. Las chicas que caían en el engaño recibían una gestión récord de pasaportes y se les entregaba un viático de 5.000 euros (32.750.000 guaraníes al cambio actual), comentó la agente Martínez.
Las mismas iban supuestamente a trabajar de empleada doméstica. Pero el sueño se acababa al pisar suelo europeo, donde una persona se encargaba de recibirlas y luego despojarles de sus pasaportes. De ahí las trasladaban hasta los prostíbulos.
«Se pudo comprobar el involucramiento de las agencias de viajes en este caso», señaló la fiscala y reflexionó: «Hay gente que se enriquece a costa de personas totalmente vulnerables por estado de pobreza, de falta de educación, de falta de oportunidades». Resaltó que esto ocurre no solamente en el exterior. «Acá empiezan endeudándolas, para que luego caigan víctimas en el exterior de sus tratantes», manifestó Martínez.
Hubo casos de mujeres que pagaron su «deuda» y fueron liberadas; de esta manera, se pudo dar con la red.
Cinco de las víctimas liberadas denunciaron el hecho en el centro de atención a víctimas de trata en España.
Por otro lado están las que seguían atadas, pese a haber juntado los 5.000 euros, por ser las más requeridas por los clientes, detalló la fiscal.
operativo. A través de operativos en simultáneo en ambos países se logró detener a 12 personas en el país y en España, la policía aprehendió también a la misma cantidad de implicados en la red. De ellos fueron imputados en nuestro país siete personas, de tres se logró la condena y los demás obtuvieron salidas procesales.
El operativo se denominó Sena y se inició en el 2013, también se logró el rescate de 17 paraguayas. Los policías españoles allanaron chalet (prostíbulos) al norte de España, (Pamplona, Bilbao, Santander y Vitoria). Incautaron listas de pasajeros a ser enviados a España, celulares, recibos de remesas de dinero y títulos de propiedad confiscados a víctimas en forma de hipoteca a cambio de los pasajes.
Por su parte, la fiscala Acevedo resaltó el cuidado que tenía la red a la hora de enviar el dinero a Paraguay, de modo a no sear detectado por la unidad de lavado.
«Se enviaba de 500 a 1.000 euros a familiares para no llamar la atención», detalló la representante fiscal.
Po este caso fueron condenados, además de Benítez Cubilla, Ignacio Barrios Quiróz y su esposa Cristina Esquivel de Barrios, a 12 años y 10 años de cárcel, respectivamente, logrando de esa manera las más altas penas por dicho delito, refirieron.