EFE
Los disturbios dentro y fuera del Congreso argentino por la iniciativa del Gobierno de impulsar una reforma del sistema de pensiones se agravaron este jueves con la decisión del oficialismo de llevar adelante la sesión que discutirá la medida a pesar de contar con gran rechazo de la oposición y los sindicatos.
El pleno en la Cámara de Diputados necesitaba contar con la presencia de la mitad más uno (124) del total de legisladores, 257, para obtener el quórum necesario para celebrarse, y cuando la asistencia llegó a esa cifra, aún media hora más tarde de la hora prevista de comienzo, el presidente de la Cámara, el oficialista Emilio Monzó, dio por comenzada la sesión ante gritos y reproches de parte de gran parte de diputados.