Los criminales del EPP enviaron a la familia Hiebert y Blatz una carta con instrucciones precisas, que se asemejan al plan de una novela de espías, para cobrar el millonario monto por el rescate de ambos colonos. Aquí, los detalles.
Las notas del EPP que se suelen encontrar suelen tener sendos errores ortográficos y de composición. Es como una “marca registrada” a través de la cual se identifica la veracidad de los comunicados del grupo cuando los dejan en momentos clave, tras un secuestro o ataque. Sin embargo, el escrito que enviaron para dar las instrucciones para el rescate de Franz Hiebert y Bernhard Blatz, en diciembre pasado, tiene una redacción impecable.
Para aquellos familiarizados con las novelas de suspenso o de espías, las especificaciones de los pedidos no distan mucho de la literatura. El monto total del rescate —ahora se lo conoce de forma oficial— fue de US$ 1.250.000. El EPP pidió que este se coloque en una bolsa, bien embalado, en fajos de US$ 10.000, con billetes de US$ 100 que no tengan la serie continua, sin marcas, y que no sean nuevos. Si no se cumplían estos requisitos, dice la nota, “será un error fatal para su familia”.
El avión en que debía transportarse el dinero debía ser un “monomotor blanco, con el tanque lleno, con una cruz grande pintada en color negro debajo en el ambos lados del avión, bien visible desde tierra”. Además, la aeronave debía contar con una radio VHF en una frecuencia determinada.
El avión debía partir el día 14 de diciembre de 2017, a las 17:00, desde una pista llamada Pironi, que está cerca de la casa de David Friessen —pariente de Blatz— y hacer un vuelo en círculo en un radio de 15 kilómetros. “Llamar hasta que salga la comunicación por radio cuyo operador debe hablar guaraní y castellano. El operador debe decir ‘menó llamando a insurgente’. Repetir hasta que salga la comunicación”, refiere la nota.
Así, se precisa también que “nosotros (el EPP)” serán los insurgentes, “ustedes” serán los menó y la casa de Bernhard Blatz tendría el nombre código “leche”.
Los “insurgentes” avisaron que el dinero debía ser arrojado en un punto en donde habría una gran bandera blanca. “Al tener a vista la bandera blanca deben pedir la contraseña que les daremos antes de que lancen el dinero, dicha contraseña es la respuesta a la pregunta que hicieron a su familiar en la última conferencia de prensa”, dice la nota.
Esa conferencia de prensa se hizo el 3 de diciembre. Supuestamente, la familia Blatz y Hiebert pedían una prueba de vida, pero en realidad lo que estaba ocurriendo era que estaban negociando con el EPP a través de los medios de comunicación. Esas preguntas fueron: “¿Cuál fue el último repuesto para tu camioneta que falta colocar?”, para Franz Wiebe, y “¿en qué lado de tu brazo tenés tu platino?” para Bernhard Blatz.
Los del EPP debían dar estas respuestas para que luego los familiares arrojen el dinero. “No lanzar el dinero sin esa contraseña, porque es lo único que les puede asegurar que el dinero fue entregado al EPP”, refiere el comunicado. La única forma que se suspenda la entrega era en caso de tormenta.
Otros de los pedidos de los criminales fueron más evidentes: la no presencia de la FTC en un radio de 30 kilómetros, que en la zona no sobrevuelen otros aviones, helicópteros ni drones, “ni patrulla en vehículo ni de a pie. Si vemos lo que hemos citado consideraremos una trampa por lo que abortaremos la operación de cobro y eliminaremos a nuestros retenidos. En contrapartida, si todo salen bien liberaremos a los retenidos sanos y salvos”, dijeron.
Además, afirmaban que si el Gobierno no intervenía en el caso, darían “una salida” al caso de Abrahán Fehr y de Edelio Morínigo. Poco después avisaron sobre el deceso de Fehr y en el caso de Morínigo manifestaron que había fallecido, pero nunca precisaron el sitio en donde estaba el cuerpo.
Dentro de la misma nota también se especifica que se debe repartir víveres para las comunidades de Calaverita y barrio San Francisco (Concepción, por US$ 25.000 en cada sitio), Zanja Pytã (Amambay, US$ 25.000) y el barrio Pelopincho de Asunción también por US$ 25.000, sumando así un adicional de US$ 100.000 al rescate.
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