EFE.
Familiares y amigos del dictador chileno Augusto Pinochet conmemoraron este sábado, con una misa el décimo aniversario del fallecimiento del general, que murió el 10 de diciembre de 2006 a causa de un infarto.
La viuda del dictador, Lucía Hiriart, que hoy cumple 94 años, no asistió a la misa debido a su delicado estado de salud, que la ha llevado a ser hospitalizada varias veces en los últimos años.
Entre los que participaron en la ceremonia se encuentra el senador Iván Moreira, de la opositora Unión Demócrata Independiente (UDI), un reconocido admirador de Pinochet y el régimen militar que el dictador instauró entre 1973 y 1990.
«Pinochet fue uno de los presidentes más grandes de la historia de Chile y nos salvó de una guerra», dijo Moreira.
Augusto Pinochet, que no estuvo nunca encarcelado, falleció en el Hospital Militar de Santiago cuando era investigado penalmente en el marco del «caso Riggs» por malversación de caudales públicos.
Específicamente por la apropiación de gastos reservados que fueron ocultados en paraísos fiscales y que forman parte del patrimonio que heredó su familia.
Los problemas judiciales han perseguido desde entonces a varios miembros de su familia. Su viuda es investigada actualmente por la venta de propiedades fiscales que fueron entregadas durante la dictadura a una fundación que ella presidió durante 43 años.
Durante la dictadura de Pinochet, según cifras oficiales, unos 3.200 chilenos murieron a manos de agentes del Estado, de los que 1.192 figuran aún como detenidos desaparecidos, mientras otros 33.000 fueron torturados y encarcelados por causas políticas.