Pobladores de Guahory ratificaron que fue intencional el incendio de la casa que ocupaba la directora de la escuela local. Pese a su pérdida y una salud delicada, la profesora afectada se reafirmó en mantenerse en el lugar por la educación de los niños.
La profesora María Benita Brítez, de la escuela de Guahory, se refirió al caso del incendio de una pequeña vivienda en la colonia Guahory, departamento de Caaguazú, zona altamente conflictiva desde hace meses por constantes roces entre campesinos y colonos “brasiguayos”.
En contacto con radio ABC Cardinal, la pobladora confirmó que la vivienda era ocupada por la profesora Antonia Centurión de Méndez, directora del centro educativo local. “El incendio de la casita de la profesora es un paso más en este conflicto”, refirió.
Según relató, la directora se había retirado el lunes para una consulta médica y cuando retornó ya encontró su vivienda totalmente destruida. “Estaba enferma y mientras salió a consultar se le quemó la casa; ella no tiene mucho que decir porque todo fue en su ausencia y no tiene ningún testigo ocular de quién quemó, cómo se quemó…”, detalló.
Relató que la afectada ya hizo la denuncia formal ante el Ministerio Público, pero aparentemente se intenta presentar el hecho como un incendio por cortocircuito. “Los habitantes de Guahory, los que viven en los alrededores de la escuelita no están de acuerdo con lo que dijeron (que el incendio fue por cortocircuito)”, manifestó.
Aseguró que varios pobladores coinciden en que se trató de un siniestro provocado por un colono brasiguayo que reclama la propiedad. “Ellos más bien le adjudican al dueño de la tierra, al brasileño”, refirió.
Mencionó que “coincidentemente” la directora se había opuesto a la constante fumigación en la zona, debido a que la salud de ella y de los demás lugareños ya estaba siendo afectada. “Es un lugar donde el problema de salud le alcanza a todos por la fumigación; ya era un lugar inhabilitable”, agregó.
Sobre la situación actual de la directora, mencionó que actualmente está recorriendo viviendas de familiares y amigos en la zona. “Se le dijo que debía salir de ahí por su salud, pero sigue apostando por Guahory; además de que se le quemó todo, se quedó sin dinero, sin nada… Sabemos que el salario del maestro ni siquiera alcanza para la alimentación de la familia”, acotó.
Brítez reconoció que los roces en la zona van subiendo de tono, por lo que inclusive exteriorizó su temor por la posibilidad de que también intenten quemar la escuela. “Ojalá no se queme la escuela, porque la escuela tiene millones y millones en inversiones del MEC; en esta escuela hay 93 niños, pero es una escuela de cabecera de la cual dependen o tras escuelas de la zona”, expresó.