WASHINGTON. El candidato presidencial republicano, Donald Trump, se mostró a favor de la polémica práctica policial conocida como “stop and frisk” (detención y registro) para combatir la violencia en EE.UU.
Esto es tras los disturbios raciales vividos en Charlotte (Carolina del Norte).
“La policía es preventiva, si ven a una persona posiblemente con un arma o creen que puede tener un arma, revisarán a esa persona y se llevarán el arma”, afirmó el magnate neoyorquino en una entrevista en la cadena conservadora Fox. “Si quitas el arma, no tienes nada con lo que disparar”, agregó Trump, quien se ha definido a sí mismo como el candidato de “la ley y el orden”.
Charlotte se encuentra en estado de emergencia después de que el gobernador de Carolina del Norte, Pat McCrory, lo anunciara y movilizase a la Guardia Nacional tras vivir en la noche del miércoles un segunda oleada de disturbios después de la muerte de un hombre negro en un supuesto caso de violencia policial. En esas protestas, una persona fue gravemente herida de bala y varios policías resultaron lesionados.
Trump habló en un primer momento a nivel nacional, aunque posteriormente matizó que la propuesta se refería en concreto a la situación de Chicago, que sufre una elevada tasa de homicidios, con más de 500 solo en lo que va de 2016. “Creo que Chicago necesita detención y registro. Ahora la gente puede criticarme por eso o pueden decir lo que quieran, pero me preguntaron por Chicago y creo en la detención y registro con una fuerte ley y orden. Tenemos que hacer algo. No puede continuar del modo actual”, recalcó.
Esta práctica es un controvertido programa de la Policía de Nueva York por el que los agentes detienen y cachean a las personas en las calles, que fue declarado inconstitucional en 2013 por una jueza federal. Los críticos señalan que con este programa se abre la puerta a la segregación a la hora de llevarla a cabo, ya que la mayoría de las personas cacheadas son negras e hispanas.
El programa fue lanzando por el exalcalde de Nueva York, Rudy Giuliani, actual asesor de Trump en la campaña electoral sobre cuestiones de seguridad. El magnate inmobiliario recalcó que en Nueva York “fue increíble la manera en la que funcionó”. Curiosamente, la prohibición de su uso fue uno los ejes de la campaña de 2013 del actual alcalde neoyorquino, el demócrata Bill de Blasio.