En un material didáctico, el Ministerio Público pone a disposición de fiscales y funcionarios una guía para tratar el hecho. Además puede ser usada por padres y maestros en las instituciones educativas.
Para explicar con sencillez y cuidado –y no herir susceptibilidades– el tema de abuso sexual en niños, los expertos del Ministerio Público debieron encontrar la facilidad de palabras para llegar con claridad a los padres, preferentemente, y a los propios menores, a fin de prevenir este tipo de hechos y mostrar ciertos rasgos en las víctimas del aberrante delito.
Para analizar los aspectos que rodean al tema del abuso en menores, los investigadores de la Fiscalía, que realizaron un estudio para luego plasmarlo en una guía, manifestaron que en la sociedad existe una serie de mitos que contribuyen a la invisibilización del abuso sexual infantil, propiciando su emergencia y mantención.
Entre estos mitos está una afirmación que dice: «El abuso sexual es provocado por la víctima. Ella tiene la culpa por mostrarse de más y ser buscona». Estas son afirmaciones que a menudo se escuchan cuando la víctima es, sobre todo, una mujer.
Para los creadores de esta guía, todas estas afirmaciones son falsas, ya que cualquier conducta del niño o niña que ha sido víctima de una situación de abuso puede ser entendida por el agresor como una provocación, como una forma de justificar su propio comportamiento. Por lo tanto, tras esta creencia se encuentra solo un intento de culpabilizar a la víctima del comportamiento abusivo del victimario.
Los expertos también resaltaron algunos indicadores físicos, de comportamiento (sexual, no sexual) y los síntomas más frecuentes, de acuerdo con el nivel o edad de la víctima. Con estos indicadores se pretende realizar una detección sensata; ni alarmista ni temerosa. (Ver infografía).
Para la investigadora, la fiscala Carina Sánchez, el material es importante a la hora de abordar el tema de abuso sexual en niños, que afecta de manera muy dolorosa a las víctimas. Mencionó además que la investigación se inició en Emboscada, Cordillera, donde apareció un fenómeno de cientos de casos de abusos que ingresaban en dicha Fiscalía. Estos datos llevaron a la agente del Ministerio Público a diagnosticar los factores que incidían en ese tipo de hechos punibles.
«El trabajo concluyó que los principales autores son personas que están cercanas a las víctimas, como tíos, primos, padrastros, padres o vecinos. También se observó mucha disfuncionalidad en las familias. Por último, otro hecho importante que pueda ayudar a las víctimas es la detección temprana del abuso y de esa manera poder ayudar a los afectados», explicó Sánchez.
Por su parte, la directora de Enlace del Centro de Entrenamiento de la Fiscalía, Nancy Ovelar, explicó que la idea es el uso de los datos de la investigación, lo que dice la ciencia, aplicando a situaciones más concretas, no quedarse en el asombro y la indignación cuando un niño es violado.
«Sabemos que una violación es un atentado a nuestra condición humana; entonces, no podemos quedarnos con los datos fríos y de solo saber que el abuso en los niños es un fenómeno en aumento», manifestó Ovelar. En otro momento, explicó que no hace falta que en una escuela haya una sicóloga para detectar que un niño presenta indicadores de que está siendo abusado.
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