MUNDO | Francia multa a Google con 500 millones de euros para que negocie contenidos de medios

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Google anunció que no recurrirá la multa, aunque está en desacuerdo con ella. Foto: Reuters

La Autoridad de la Competencia de Francia impuso este martes a Google una fuerte sanción de 500 millones de euros por no haber negociado de buena fe con los medios de comunicación una compensación por el uso de sus noticias y forzarle así a hacerlo.

El organismo de Francia también ordenó a Google que presente una oferta de remuneración a los editores y a las agencias de prensa por el uso de sus contenidos protegidos, bajo la amenaza de tener que pagar 900.000 euros por cada día de retraso.

«La sanción de 500 millones de euros tiene en cuenta la excepcional gravedad de los incumplimientos constatados y que el comportamiento de Google ha supuesto retrasar la buena aplicación de la ley sobre los derechos afines», señaló la presidenta de la Autoridad de la Competencia, Isabelle de Silva, en el comunicado que anunció la sanción.

La sanción es pionera en Europa, ya que Francia fue el primer país en legislar sobre esta cuestión, en 2019, al trasponer una directiva de la Unión Europea del mismo año que abre el camino a otros países comunitarios.

La ley francesa obliga a las plataformas de internet a negociar de buena fe con los medios de comunicación una compensación por el uso de sus contenidos noticiosos en sus buscadores, protegidos por los llamados derechos afines.

Sin embargo, la Autoridad de la Competencia ha constatado tras una investigación en profundidad que Google «no ha respetado varios requerimientos legales formulados en abril de 2020».

Además, cree que la negociación del gigante de Silicon Valley con los editores y las agencias de prensa francesas «no puede considerarse que haya sido llevada de buena fe», ya que Google les imponía formar parte de un programa denominado Publisher Curated News, con un servicio específico llamado Showcase.

Al hacer eso, agrega, Google «rehusó, como se le había solicitado en varias ocasiones, tener una discusión específica sobre la remuneración debida por el uso actual de los contenidos protegidos por los derechos afines».

Decepción en Google

En Google, las cosas se ven de una forma completamente distinta. «Estamos muy decepcionados con esta resolución; hemos actuado de buena fe durante todo el proceso», señaló un portavoz de la compañía en una declaración enviada a EFE.

«La sanción no tiene en cuenta ni nuestros esfuerzos ni la realidad de cómo funcionan las noticias en nuestras plataformas. Hasta la fecha, Google es la única empresa que ha anunciado acuerdos sobre derechos afines», añadió.

Además, anunció que el gigante de internet está «a punto de finalizar un acuerdo» con la agencia de prensa francesa AFP, una de las mayores del mundo, «que incluye un acuerdo de licencias global así como el pago de derechos afines para sus publicaciones de prensa».

En todo caso, la compañía de Mountain View (California) da a entender que no recurrirá la multa, sino que tendrá en cuenta las opiniones de la Autoridad de la Competencia para ajustar sus ofertas.

También considera que la sanción se refiere sobre todo al periodo entre mayo y setiembre de 2020, y recuerda que desde entonces alcanzó un acuerdo con APIG, la asociación que agrupa a cerca de 300 diarios nacionales y regionales.

Sin embargo, Google no ha emprendido negociaciones con las revistas ni con las demás agencias francesas, aparte de AFP.

Tercera multa en siete meses

Este es el tercer revés que Google recibe en Francia en los últimos meses en forma de sanción millonaria.

La Autoridad de la Competencia le impuso el pasado 6 de junio una multa de 220 millones de euros por abuso de posición dominante en el mercado de la publicidad en línea.

Esa sanción fue resultado de una negociación con la compañía, que aceptó los cargos que se le reprochaban y asumió una serie de compromisos en su política publicitaria.

En diciembre pasado, la Comisión Nacional de Informática y Libertades (CNIL) de Francia multó a Google con otros 100 millones de euros y a Amazon con 35 millones por sus políticas de «cookies», que se introducían en los ordenadores de sus usuarios con objetivos publicitarios.

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